Las tensiones escalaron nuevamente durante el fin de semana, dado que la Administración Trump llevó a cabo nuevas medidas de represalia contra China. Tras apuntar al aluminio y el acero, a continuación, para luego extender los aranceles a una amplia gama de productos chinos, la Casa Blanca anunció un nuevo conjunto de medidas destinadas a proteger “la tecnología industrial significativa”. Las normas impedirían a cualquier empresa con propiedad china de al menos el 25% invertir en empresas tecnológicas de Estados Unidos.
Sin embargo, las condiciones finales no están escritas en piedra, ya que el umbral del 25 % podría ser mucho menor. Además, el Consejo Nacional de Seguridad y el Departamento de Comercio también están elaborando un plan para evitar el envío de las tecnologías clave hacia la segunda mayor economía del mundo.
Como era de esperar, los mercados de valores reaccionaron negativamente a la noticia: el Nikkei perdió 0,79 % y el CSI 300 cayó un 1,34 %. En Europa, el Eurostoxx 600 cayó 0,67 %, mientras que el SMI cayó 0,78 %.
En el mercado de divisas, los inversores se refugiaron en las monedas refugio, donde el yen japonés fue el ganador. El USD/JPY cayó 0,40 % hasta 109.53, mientras que las ganancias del franco suizo fueron más modestas (+0,10 %). En general, el dólar es la moneda que más se está beneficiando tras las renovadas tensiones entre las economías más grandes.
Vale la pena señalar que el Banco Popular de China bajó los tipos de interés del 16% al 15,50% el domingo, en reacción a la ralentización del crecimiento y, por supuesto, los posibles efectos negativos de la disputa comercial. La presión sobre los índices bursátiles chinos debería acelerarse aún más, ya que los inversores siguen abandonando las acciones en previsión de una escalada de las tensiones entre EE.UU. y China.