El triángulo simétrico aparece tanto mercados alcistas como bajistas y corresponde a un patrón de continuación de tendencias, es decir, es un descanso lateral dentro de la tendencia principal existente.
El triángulo simétrico se compone de una fase de zigzag donde podemos localizar como mínimos relativos ascendentes (por los que pasamos una línea de tendencia alcista) y máximos relativos descendentes, puntos (por los que pasamos una línea de tendencia bajista).
Como se trata de una formación de continuación de tendencia la ruptura por parte del precio suele producirse en favor de la tendencia, es decir, si estamos en una fase alcista y aparece un triángulo simétrico debemos esperar que rompa hacia arriba.
El objetivo de la formación se calcula midiendo la altura del triángulo, es decir, la distancia entre las dos líneas de tendencia tomada desde el punto uno. Esta distancia se proyecta desde el punto donde el precio perfora la formación y nos da un objetivo mínimo de hasta dónde continuará la tendencia.
Desde el año 2002 a la fecha, el IPSA mantiene sus cotizaciones sobre una importante línea de tendencia alcista de largo plazo, que actúa como soporte en torno a la zona de los 4.000 puntos.
El movimiento alcista de estos últimos diez años se ha caracterizado por dos procesos correctivos o de consolidación de la tendencia alcista.
Tras alcanzar máximos en la zona de los 3.500 puntos a fines del 2007, el IPSA comenzó a cotizar dentro de un canal bajista, patrón de continuación de tendencia denominado “bandera” o “banderola”. La ruptura de la zona de resistencia del patrón gráfico entregó fuertes señales de compra en la bolsa local.
A fines del 2010, y tras alcanzar máximos en torno a los 5.000 puntos, el IPSA comenzó a operar bajo una clara tendencia bajista. Sin embargo, una vista más amplia del gráfico del IPSA permite identificar un patrón de continuación de tendencias denominado “triángulo simétrico”.
Este patrón es posible identificarlo debido a que las cotizaciones del IPSA entran en una fase de zigzag, con máximos menores y mínimos mayores, llevando al IPSA a lateralizar en un rango cada vez más acotado.
En estos momentos, la línea bajista superior del triángulo simétrico actúa como una importante resistencia en el IPSA en torno a la zona de los 4.500-4.600 puntos, por lo que un fuerte avance por sobre dicho nivel impulsaría al principal indicador bursátil nacional en busca de nuevos máximos históricos.
En el corto plazo, el IPSA ha encontrado algo de presión compradora en torno a la zona de soporte en los 4.250 puntos, lo que podría impulsar al pindice en busca de sus máximos del año en torno a los 4.600 puntos. Al alza, un avance del IPSA por sobre la resistencia de corto plazo en los 4.400 puntos, gatillaría nuevas órdenes de compra entregando un impulso adicional a la bolsa local.
Mientras el IPSA mantenga sus cotizaciones sobre el soporte de los 4.250 puntos, nuestra visión alcista del IPSA se mantiene intacta en el corto y largo plazo.