Se recrudece la tensión geopolítica, no sólo con Siria y Rusia, sino también con Corea del Norte y China
La situación geopolítica parece desbocada: no sólo en Oriente Medio sino también en Asia. En Oriente Medio, el secretario de Estado, Rex Tillerson, ha advertido a Rusia que debe elegir entre seguir apoyando el régimen sirio de Bachar el Asad, quien también cuenta con el respaldo de Irán y el grupo islámico libanés de Hezbolá, o Estados Unidos, que busca deponer al presidente sirio. Eso lo dijo Tillerson en Lucca, Italia, donde se encuentra reunido con los ministros de asuntos exteriores del G-7. En dicha reunión se inclinaron por realizar un nuevo esfuerzo diplomático para resolver el conflicto sirio, que lleva seis años de guerra civil, y que pasa porque Bachar El Asad abandone el poder. Sin embargo, no hubo consenso sobre la posibilidad de imponer nuevas sanciones a Siria y Rusia, una propuesta planteada por el Reino Unido.
La advertencia de Tillerson a Rusia de que elija entre alinearse con Estados Unidos y el resto de potencias occidentales o seguir apoyando a Siria y el régimen de El Bachar acontece antes del viaje que mañana el propio Tillerson emprenderá a Rusia para tener un encuentro bilateral con el ministro de asuntos exteriores rusos, Sergei Lavrov. Por tanto, la tensión aumenta en relación con Siria y la diferencia de ideas entre Estados Unidos y Rusia sobre la solución pacífica del conflicto en el país árabe.
Por otro lado, el despliegue naval de Estados Unidos en las proximidades de la península de Corea ya ha encontrado respuesta por parte del régimen de Kim Jong-un, quien ha afirmado que está preparado para la guerra y que tendrá “consecuencias catastróficas”. Estados Unidos ha amenazado con ir por su cuenta contra Corea del Norte en caso de que China no coopere más en contra del régimen de Kim Jong-un para poner fin a su programa armamentístico. La semana pasada, el presidente de Estados Unidos se reunión con su homólogo chino, Xi Jinping, aunque no hubo pronunciamientos oficiales sobre este tema.
La situación se puede complicar conforme avanza la semana y haya más maniobras militares: el sábado se celebra el 105 aniversario del nacimiento de Kim II-sung, abuelo de Kim-Jong un y fundador del actual régimen, y para conmemorar esa jornada se prepara un espectacular desfile militar y se teme que incluso se pueda lanzar un misil, lo que en día recientes ha sido interpretado como una provocación por parte de Pyongyang hacia Estados Unidos, Corea del Sur y Japón. Corea del Norte ha afirmado que este año se probará un misil de largo alcance que puede llegar a territorio estadounidense.
El ataque de Estados Unidos a Siria de la semana pasada ha sido interpretado, más allá de un castigo al régimen de Bachar El Asad por su ataque con armas químicas a la población civil, como una advertencia a sus enemigos nucleares (Corea del Norte e Irán) de que puede actuar de manera rápida y preventiva contra cualquier país. Sin embargo, una acción militar Corea del Norte, algo que no se ha descartado, podría tener repercusiones mucho más peligrosas si tenemos en cuenta el número de misiles norcoreanos que apuntan hacia su vecino del sur.