Nos encontramos en la era de las 'macro tendencias', y qué duda cabe de que la tecnología es la de mayor calado en nuestras vidas.
Así lo han interpretado también los agentes del mercado y el NASDAQ Composite, el cual marcó el jueves pasado, por vigésima tercera vez, nuevos máximos históricos, en lo que va del 2020 solamente. Con esto ha llegado a casi 6 trillones de capitalización bursátil, el 25% del peso en el S&P y, al mismo tiempo, al mayor diferencial respecto de este desde 1983.
Además de las cinco grandes (Apple (NASDAQ:AAPL), Amazon (NASDAQ:AMZN), Google (NASDAQ:GOOGL), Facebook (NASDAQ:FB) y Microsoft (NASDAQ:MSFT)) existen otras empresas, o ETFs, que han sido las grandes ganadoras en los últimos tiempos, relacionados al teletrabajo, educación en línea, telemedicina y compras on line, por nombrar algunas tendencias que actualmente se pueden capturar íntegramente con instrumentos simplificados como ETFs o fondos.
Sin embargo, más allá de su triunfo rotundo en el mercado real y financiero, no son pocos los analistas que afirman que esto se trataría de una burbuja, que en buena medida se ha visto amplificada por el dinero barato (easy money) emitido por los bancos centrales, lo que a su vez ha generado el miedo a quedarse fuera de las subidas (fear of missing out). Este punto no deja de ser un riesgo considerable, al constatar que estas políticas monetarias ultra laxas no pueden durar mucho tiempo, por el riesgo de convertirse en burbujas, en este caso de deuda, y no solamente de activos.
Al comparar los múltiplos en bolsa, estos se encuentran fuera de cualquier lógica tradicional para las empresas cotizadas, lo cual es justificado desde hace años por analistas, aludiendo a modelos de negocio que se alejan mucho de los sectores conocidos por décadas, sobre todo, por sus características disruptivas y típicas de monopolios naturales, en algunos casos.
Otro aspecto, desde el punto de vista de los riesgos para la industria, son sus propios éxitos. Estos pueden ser vistos con recelo en tiempos tan complejos como los actuales, lo que podría estar en línea con las crecientes presiones regulatorias en la industria tecnológica en los grandes bloques económicos a nivel mundial.
La pandemia ha afectado a los sectores económicos de forma muy dispar, por lo cual la selectividad se hace primordial y la inversión pasiva se hace menos efectiva. Es cierto también que los mercados descuentan que estamos consolidando una nueva era empresarial, donde las industrias tienden a concentrarse de una forma cada vez más extrema, dados sus saltos cuánticos en productividad, y sin duda la tecnología ha llevado la delantera. En este contexto se introduce el término “los ganadores se llevan todo” (winners take all) que aplica perfectamente a las “Big 5”.
Otro aspecto que entendemos justifica el boom es la nueva normalidad, entendida no como un confinamiento ad eternum, sino más bien como una nueva forma de ver el mundo, más descentralizado pero más conectado, incluso pasando más rápido de lo esperado, del proceso de digitalización a un mundo casi digitalizado.
Las 5 grandes, y varios otros, como por ejemplo la empresa proveedora de tecnología para realizar video llamadas Zoom Video Communications Inc (NASDAQ:ZM), día a día se ven indiscutiblemente elegidas por consumidores en Main Street e inversionistas en Wall Street y, dicho sea de paso, son las grandes portadoras del cash entre las empresas a nivel mundial (452 billones de dólares), lo cual, también qué duda cabe, las deja muy bien blindadas frente a una eventual agudización de la crisis (¿fly to quality?) y, probablemente, ha sido uno de los motivos de su gran resiliencia en tiempos de crisis generalizada.