Tanto EE.UU. como la zona euro han arrancado 2015 con fuerza en términos de crecimiento económico y son muchos los indicadores que apuntan a una mejora respectiva en ambas economías. Y todo ello tras protagonizar las dos economías una recta final de 2014 moderadamente sólida.
EE.UU. experimentó un crecimiento intertrimestral del 0,6% en el cuarto trimestre, dato que lo sitúa como el tercer trimestre de mayor crecimiento en una década, mientras que en Europa, la zona euro cerró el año con una cifra de crecimiento del 0,3% que ha bastado para alcanzar el 0,9% anual pero no para convencer a la mayoría de la sostenibilidad de la recuperación.
Cisnes negros
No obstante, aunque los progresos económicos podían apuntar a un trimestre sin sobresaltos, el 1T no ha sido en absoluto lo que cabía esperar ya que la retirada del cambio mínimo por parte del Banco Nacional de Suiza, el lanzamiento del programa de expansión cuantitativa del Banco Central Europeo, la "paciencia" proclamada desde el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) estadounidense y la amenaza del Grexit se han unido y han empujado la volatilidad al alza.
¿Queda algo pendiente para este segundo trimestre? La buena noticia para los amantes de la volatilidad es que sí, hay mucha más esperando.
Puede que sea complicado superar el número total de acontecimientos de riesgo del 1T, pero quedan todavía algunos importantes. La canciller alemana, Angela Merkel, y el resto de la zona euro han llegado a un acuerdo con Grecia por cuatro meses, a dos de los seis esperados.
Los griegos pueden verse de nuevo contra las cuerdas a finales de junio, ante la necesidad imperiosa de llegar a un nuevo acuerdo antes del pago de varios miles de millones de euros previsto para julio. Algo más que más favorable para la postura de negociación de la Troika.
No obstante, mi punto de vista no ha variado y sigo considerando que el escenario más probable es la adopción de un acuerdo a largo plazo. Siguiendo con Europa, las elecciones generales que se van a celebrar en mayo en Reino Unido van a suponer más munición para los traders con libras.
Un no detonante positivo
En EE.UU., el Comité Federal de Mercado Abierto se está preparando para la primera subida de tipos desde 2004. Los meses de junio y septiembre son los grandes favoritos. La solidez del mercado laboral apunta a una subida de tipos en junio pero la falta continuada de una presión significativa sobre los precios sugiere que el comité podría esperar algo más antes de proceder finalmente a la subida.
Las presiones inflacionistas podrían controlarse en el segundo semestre del año pero cada vez son más las muestras de crecientes presiones, sin duda recalcadas por la decisión de Wal-Mart de subir los sueldos.
Por lo demás, teniendo en cuenta que el índice subyacente de gasto de consumo personal (PCE), que es el indicador de inflación favorito del Comité Federal de Mercado Abierto, dormita cerca del 1%, a medida que pasa el tiempo, el mes de junio va perdiendo fuerza en las apuestas.
El viento de cola procedente de la bajada de los precios de la energía, del debilitamiento del euro y de una menor debilidad en términos generales de la economía derivan en una revisión significativa al alza del crecimiento de la zona euro hasta el 1,5% en 2015.
En EE.UU. mantengo las perspectivas de crecimiento de en torno al 3% mientras que en China me sitúo por debajo del consenso con una previsión del 6,7%.
Estrategia 1: Mantener la posición larga en bonos europeos corporativos de alta rentabilidad ante el programa de expansión cuantitativa del BCE (IHYG)
En el 1T se abrió una posición larga en bonos europeos corporativos de elevada rentabilidad tras el pobre rendimiento de 2014 con la esperanza de que el aumento previsto del crecimiento económico y el lanzamiento inminente del programa de relajación cuantitativa por parte del BCE ayudaran a impulsar al alza estos bonos.
El anuncio de las medidas de expansión cuantitativa llegó en el primer trimestre, cuando Mario Draghi, presidente del BCE, expuso finalmente en la rueda de prensa de enero los pormenores del nuevo programa por valor de 1 billón de euros del banco central.
También hemos observado algunas muestras de mayor solidez de la recuperación económica principalmente en publicaciones como el PMI, la encuesta IFO y la confianza del consumidor.
Teniendo en cuenta el debilitamiento de las materias primas energéticas, que el euro sopla como viento de cola y el desvanecimiento de los factores adversos derivados de la austeridad, preveo que el crecimiento siga repuntando este año.
Considerando que los argumentos a favor de esta apuesta se mantienen, de hecho se ha cumplido la expectativa de expansión cuantitativa del BCE, y a la vista de que la valoración sigue siendo positiva, mi postura es alcista respecto de los bonos europeos corporativos de elevada rentabilidad.
La estrategia de trading, si se ha operado a través del ETF IHYG, puede que ya haya arrojado unas ganancias netas de en torno a un 2%, pero queda más por ver este trimestre.
Una operación a través del ETF IHYG supone una exposición aproximada del 12% a España, Portugal e Irlanda. Las tres economías están mostrando una buena recuperación respecto de la crisis de estos años, en especial Irlanda.
En términos de exposición por sectores, los bancos tienen un peso significativo con una ponderación de más del 20%, otro factor sin duda positivo de esta estrategia de trading. Los bancos deberían ser los grandes beneficiados del nuevo estímulo mensual del BCE.
Una rentabilidad atractiva por encima del 4,5% y la posibilidad de que suban los precios, junto con que ha sido en marzo cuando el BCE ha iniciado realmente las primeras compras de bonos por valor de 60.000 millones de euros, han bastado para convencerme a la hora de seguir apostando por esta estrategia.
Estrategia 2: Comprar títulos de deuda a largo plazo emitidos por el Tesoro de EE.UU. ante el aplazamiento de la subida de tipos del FOMC (TLT)
La economía estadounidense está arrojando muy buenos resultados en este momento y vuelve a ser el principal motor de crecimiento del mundo. Las previsiones apuntan a que crecerá en torno a un 3% este año.
El mercado laboral ha hecho gala de una especial fortaleza con la creación el pasado año de 3,1 millones de puestos de trabajo (empleo no agrícola) y de un cuarto de millón en enero.
La tasa de desempleo ha ido bajando de forma constante hasta situarse en el 5,7% respecto del dato de hace un año del 6,7%. A la vista de todo ello, la subida de tipos debería ser prioritaria.
No obstante, el Comité Federal de Mercado Abierto tiene que cumplir con un doble mandato de pleno empleo y estabilidad de precios, que se interpreta como un 2% de inflación.
Ante el fortalecimiento del dólar y la bajada de los precios del petróleo, las presiones bajistas sobre la inflación se han mantenido y, como consecuencia, el IPC general ha caído un 0,8% interanual.
Incluso al aplicar un índice de precio en bruto, como el indicador de gasto de consumo personal (PCE) que es la medición favorita del FOMC, vemos que la inflación está controlada por debajo del objetivo en el 1,3%. Y puede que siga bajando de forma provisional para después repuntar de nuevo a finales de año.
Parece que los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto se han convencido en gran parte de la escalada paulatina de las presiones de precio en la economía, o al menos parece que lo harán pronto, y que por tanto se están preparando para la primera subida de tipos en más de una década.
Si bien considero que los precios van a ser pronto un reflejo de una economía próxima a su pleno potencial, puede que finalmente mayo sea una fecha excesivamente próxima a ojos del FOMC. Por tanto, soy partidario de la deuda emitida por el Tesoro estadounidense a más de 20 años.
Una rápida bajada observada a mitad del 1T ha proporcionado oportunidades de compra a través de fondos cotizados, como el TLT:arcx, que arroja una rentabilidad del 2,6%, muy superior a la de la mayoría de los bonos soberanos de las otras economías desarrolladas, que además puede seguir aumentando si en junio no se opta por la subida de tipos.
Así pues, este trimestre, posiciones largas en títulos de deuda del tesoro a más de 20 años posiblemente a través del ETF TLT.