Termina un semestre por lo menos turbulento para los mercados, con un final incierto, a la luz de lo acontecido en Reino Unido la semana pasada, con el llamado Brexit.
Pero antes de eso, conviene repasar lo sucedido a principio de año. El primer día hábil de enero sorprendió con un rebrote de la crisis bursátil de China, que rápidamente se calmó, pero que marcó de alguna forma el camino de los mercados para el resto del semestre.
La Fed había iniciado una política de incrementos de tipos de interés en diciembre de 2015, y se esperaba una continuación de la misma en los primeros meses de este año. Sin embargo, la explosión de la crisis china, y varios meses de datos de empleo débiles en Estados Unidos frenaron esos pasos previstos por la Fed, que ahora aparecen poco probables para el resto del año. Muchos analistas incluyen la posibilidad de que el organismo recorte tipos, como también podrían hacer el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra (BoE), si es que la incertidumbre por el Brexit se extiende en el tiempo.
A este respecto se referirá precisamente el gobernador del BoE, Mark Carney, que se presentará a las 11:00 del este. Las palabras del funcionario serán atentamente seguidas por los operadores, que pueden darle impulso a la libra en las próximas horas. Justamente, el cruce GBP/USD presenta una ligera tendencia alcista en el gráfico de 4 horas, con un objetivo en la zona de 1,3635, donde el par dejó un gap en la sesión asiática del lunes.
Paradójicamente, el euro recuperó posiciones en las últimas 24 horas más posiciones que la libra, y el efecto del Brexit sobre el mismo parece haberse diluído. La divisa única cotiza ahora mismo a 1,11, y al quiebre de 1,1130, primera resistencia de importancia, la puerta a 1,12 quedará allanada. Esto, a pesar de que acaban de conocerse las conversaciones de la última reunión de política monetaria del BCE, lo que hizo retroceder al euro, luego de llegar a 1,1153 minutos atrás.
La agenda del día incluye, como datos de importancia, el PIB en Canadá, y las peticiones semanales de desempleo en Estados Unidos. Todo en un día en el que el dólar puede continuar a la baja ante el euro y la libra, y al alza ante el yen. Nada nuevo.