El euro subió con fuerza ayer después de la intervención de Mario Draghi en el Foro del Banco Central Europeo. Los mercados se sintieron aliviados, sobre todo después de sus comentarios moderados hace unas semanas, cuando declaró que la zona euro aún necesitaba el estímulo del BCE.
Draghi hizo también algunos comentarios sobre la inflación, que está por debajo del objetivo, y que debería permanecer sin fuerza durante algún tiempo más a pesar de la mejora continua. Recientemente, las presiones se fueron sumando sobre los hombros del BCE para que ajuste su política monetaria, sobre todo dado que la Fed ya ha elevado las tasas dos veces este año.
Los principales inconvenientes que impiden que la institución europea lo lleve a cabo eran, mayormente, el modesto crecimiento económico y las incertidumbres políticas. Esos elementos ya dejaron de ser el centro del escenario, sobre todo desde la elección de Emmanuel Macron en Francia.
Ayer, el euro se acercó a 1,1300 por primera vez en nueve meses. El presidente del BCE mostró su optimismo al afirmar que la recuperación de la zona euro está avanzando y que la actual política monetaria debe acompañar esta recuperación. Eso sonó como un comentario de línea dura, pero consideramos que no lo fue.
Mario Draghi no habló explícitamente de ajuste, sino de “ajuste de parámetros”. Los mercados interpretaron ese comentario como una pista acerca de un mayor ajuste. Más bien creemos que esto realmente deja la puerta abierta para una política monetaria ultraflexible continuada.