Las actas de la reunión del FOMC que se publicaron la semana pasada han cimentado las expectativas de un alza de tipos para el 14 de junio. Si bien la segunda estimación para el crecimiento del PIB del primer trimestre fue superior al 1,2 %, el número sigue siendo moderado. Los próximos datos (especialmente los decepcionantes datos sobre inflación) han bajado nuestras expectativas para un impulso económico más rápido.
La inflación de esta semana, los datos de mano de obra y el crecimiento de los salarios serán clave en la valoración de los próximos movimientos de la Fed. Sin embargo, los dos últimos informes de inflación de precios al consumidor pusieron de relieve una debilidad persistente de la presión de la inflación núcleo.
Esta falta de crecimiento de los precios puede poner a la Reserva Federal de vuelta en el banquillo, obligando a Janet Yellen a desacelerar el actual ciclo de ajuste. El deflactor del PCE de abril se publicará el martes y se espera que disminuya aún más hasta el 1,5 % interanual, por debajo del 1,6 % del mes anterior. Una cifra más débil podría poner en grave peligro el ritmo de la normalización de los tipos más allá de la reunión de junio.