Este artículo fue escrito en exclusiva para Investing.com
El mercado de valores de hoy y el de finales de la década de 1990 tienen tantas similitudes que puede ser, a veces, bastante aterrador. Los datos están ahí a la vista de todos, y lo que sugieren es que este mercado de valores actual necesita pasar por un período importante de contracción múltiple.
Todo apunta a que las tasas de crecimiento de las ganancias descenderán drásticamente el año que viene, y en el pasado, cuando las tasas de crecimiento han caído, también lo han hecho los múltiplos de ganancias. En caso de que eso suceda, es probable que conduzca, en el mejor de los casos, a un mercado bursátil confinado en un estrecho rango. Si resulta que las estimaciones de beneficios también descienden, es probable que el mercado de valores siga esas tendencias a la baja de estimación de ganancias.
Fin del ciclo
El camino del S&P 500, sobre una base de PER a plazo de 18 meses, es relativamente similar, si no casi idéntico, al de 1998-2002. Basándonos en esta analogía, el S&P 500 de hoy está en el punto medio de su ciclo de vida, lo que significa que ahora estamos en el punto álgido de la expansión múltiple. La siguiente fase del ciclo debería conducir al múltiplo PER para que el S&P 500 se contraiga o caiga.
Las tasas de crecimiento están bajando
No es sólo el ciclo de vida lo que es probable que haga caer el múltiplo PER. La tendencia en la previsión de crecimiento de las ganancias para el año 2001 muestra que una vez que la tasa de crecimiento comenzó a desplomarse en otoño de 2000, el múltiplo PER del S&P 500 comenzó a contraerse rápidamente. Cayó desde alrededor de 23 a mínimos de casi 14 en el verano de 2002. No fue hasta que las tendencias de crecimiento de 2003 comenzaron a aumentar que el múltiplo del S&P 500 comenzó a expandirse una vez más.
El analógico
Puede que sea demasiado pronto en el ciclo para llegar a una conclusión sólida, pero dadas las tendencias ya observadas, puede valer la pena explorar la posibilidad de que la tasa de crecimiento de 2022 siga una trayectoria similar a la de 2001. La tasa de crecimiento de las ganancias del S&P 500 en 2022 ha caído bastante en las últimas semanas, desde alrededor del 17% a aproximadamente el 12% actual. Además, dado que históricamente las estimaciones de los analistas comienzan siendo elevadas y se rebajan con el tiempo, si ese mismo escenario se desarrolla, entonces la tasa de crecimiento para 2022 podría seguir descendiendo. Si eso sucede, podríamos esperar que el múltiplo PER del S&P 500 continúe su tendencia a la baja también, al igual que lo hizo en 2000 y 2001.
Calcular tendencias
La otra pieza esta ecuación es la tendencia en las estimaciones de beneficios en sí mismas. El aumento de las estimaciones de beneficios conduce a un aumento del valor del S&P 500, mientras que la caída de las estimaciones conduce a valores más bajos. Las estimaciones de beneficios para 2021 y 2022 han aumentado constantemente en los últimos meses. Sin embargo, parece haber indicios de que la tasa de cambio podría estar disminuyendo. Después del gran movimiento al alza de las estimaciones de 2022 en abril y la primera semana de mayo, los cambios estimados se han desacelerado drásticamente. Esto podría deberse a que los analistas esperan que la temporada de presentación de resultados dé comienzo al próximo ciclo de actualización, o el ciclo de actualización podría estar cerca de concluir.
Curiosamente, las tendencias de ganancias para 2021 y 2022 están siguiendo un camino similar a las de 2004 y 2005. Si ese es el caso, es probable que el S&P 500, como se señaló anteriormente, oscile como mínimo a ambos lados en los próximos meses. A medida que las tendencias de ganancias de 2004 y 2005 se aplanaron, también lo hizo el avance del S&P 500 en aquel momento.
Parece que desde ciertos puntos de vista —a menos que el S&P 500 pueda mantener elevados su múltiplo PER, la tasa de crecimiento y las tendencias de ganancias actuales—, es probable en el mejor de los casos que el índice se mantenga confinado en un estrecho rango por un tiempo, ya que la relación PER se contrae representando un crecimiento más lento de cara al próximo año. Lo fea que se ponga la cosa dependerá enteramente también de si las tendencias de ganancias comienzan a deteriorarse o no.