Los mercados de valores europeos y estadounidenses volvieron AYER a las andadas tras la pausa del martes, cerrando la sesión sus principales índices con fuertes descensos, con la mayoría de ellos terminando el día marcando nuevos mínimos anuales, con excepciones puntuales como el Ibex-35 (+2,7% desde mínimos anuales), el FTSE Mib italiano (+1,5% desde mínimos), el Nasdaq Composite (+1,2% desde mínimos) o el S&P 500 (+0,5% desde mínimos). La volatilidad continuó siendo muy elevada, algo que ha provocado que, por el ejemplo, el S&P 500 estadounidense haya experimentado variaciones superiores al 4% al cierre en las últimas ocho sesiones. Destacar, además, que el Dow Jones cerró AYER por debajo de los 20.000 puntos por primera vez desde enero de 2017.
En el mercado de bonos la situación no fue mejor, en una sesión en la que hasta los bonos del Tesoro estadounidenses sufrieron ventas, con los inversores apostando claramente por acumular liquidez ante lo incierto de la situación provocada por la propagación global del coronavirus chino y por las medidas adoptadas para combatirla. Cabe destacar que en un momento dado el BCE se vio forzado a acudir al rescate de los bonos italianos, comprando masivamente estos activos para evitar que la prima de riesgo de este país y del resto de países de la periferia del euro siguiera subiendo. En ese sentido, señalar que AYER manifestábamos nuestra opinión de que, tras conocer los paquetes fiscales que pretenden implementar muchos países de la Zona Euro para combatir el impacto que en la economía va a tener la crisis sanitaria, los programas de compra de activos en los mercados secundarios en vigor del BCE no iban a ser suficientes. El BCE debió pensar lo mismo y AYER, de forma inesperada anunció un nuevo programa de compra de activos públicos y privados por importe de EUR 750.000 millones, denominado Pandemic Emergency Purchase Programme (PEPP), el cual estará vigente como mínimo hasta finales de ejercicio.
Además, AYER el presidente de EE.UU., Donald Trump, sancionó una ley aprobada por la Casa de Representantes y por el Senado, en un esfuerzo bipartidista en el que han colaborado Demócratas y Republicanos, en la que se contempla un amplio espectro de ayudas -ver sección de Economía y Mercados-. Igualmente, el Gobierno de Canadá aprobó un paquete similar, mientras que esta madrugada el Banco Central de Australia ha vuelto a bajar sus tasas de interés de referencia, hasta el mínimo histórico del 0,25%, en un movimiento desesperado para intentar que el país no entre en recesión, algo que ha sido capaz de evitar desde comienzos de los años 90. Por último, la Reserva Federal (Fed) lanzó una nueva línea de crédito para respaldar los fondos del mercado monetario.
Sin embargo, de momento todas estas actuaciones no están sirviendo para devolver la confianza a unos inversores que siguen prefiriendo “hacer caja”, y que están vendiendo todo tipo de activos ante la dificultad que tienen de evaluar el escenario económico que deberán afrontar tanto empresas como ciudadanos en el corto/medio plazo. AYER, sin ir más lejos, el precio del crudo volvió a desplomarse, cerrando tanto el tipo Brent como el WTI estadounidense muy cerca de los $20, nivel que perdieron por momentos. Entendemos que tanto Rusia como Arabia Saudita se están pegando un “tiro en el pie”, por mucho que esta estrategia esté haciendo mucho daño al sector petrolero norteamericano, concretamente a los frackers estadounidenses y canadienses. No nos extrañaría que en pocas semanas ambos países volvieran a la mesa de negociación e implementaran nuevamente recortes en sus producciones. De no ser así, es posible que la estrategia se lleve por delante a un número elevado de frackers, pero también se va a llevar por delante a muchos países socios de Arabia Saudita en la OPEP que a los actuales precios del crudo van a tener serios problemas para equilibrar sus presupuestos, algo a lo que no Rusia ni Arabia Saudita van a ser ajenos.
HOY, y con el negativo comportamiento mostrado por las bolsas asiáticas esta madrugada, y tal y como vienen los futuros de los índices estadounidenses, marcando fuertes descensos, esperamos que las bolsas europeas abran con nuevas caídas. Además, la proximidad del cuádruple vencimiento de los contratos de derivados que tendrá lugar MAÑANA en muchos mercados, esperamos que provoque un fuerte incremento de la ya de por sí elevada volatilidad. En este contexto, y tal y como se está viendo, ni los activos refugio están funcionado. Es más, la apreciación del dólar estadounidense, uno de los pocos activos que se ha comportado bien en las últimas sesiones, no es una buena noticia para la economía mundial, ya que muchos países y compañías mantienen deuda denominada en esta divisa, lo que, de seguir fortaleciéndose la misma, puede llegarles a provocar problemas serios a la hora de hacer frente al pago de la misma.