Ha sido un año difícil para los metales. Los precios del litio han caído casi un 70%, los del níquel un 40% y los del cobalto se han estancado justo por encima de sus mínimos históricos. Gran parte de la caída de estos metales clave para baterías se ha debido a un aumento de la oferta en un momento en que la demanda de coches totalmente eléctricos en China (es decir, el mayor mercado mundial de vehículos eléctricos) se está ralentizando. Las ventas aumentaron un 100% en los nueve primeros meses de 2022 respecto al mismo periodo del año anterior, pero ese crecimiento se ralentizó hasta sólo el 25% este año. Mientras tanto, las ventas de electrónica de consumo en China van camino de registrar un segundo año consecutivo de caídas porcentuales de dos dígitos. En conjunto, esto significa que los mercados del litio, el níquel y el cobalto sufrirán un exceso de oferta hasta 2028.
Las caídas de precios revierten algunas de las enormes ganancias conseguidas en 2021 y 2022, cuando el bombo publicitario sobrealimentó el mercado de metales para baterías. Esta vuelta a la normalidad será un gran alivio para las empresas automovilísticas y los fabricantes de baterías, que el año pasado sufrieron un aumento del precio de las celdas por primera vez en más de una década. Es más, la caída de los precios de los insumos podría ayudar a reducir el coste de los vehículos eléctricos, ya que la batería en sí supone entre una quinta y una tercera parte del precio del coche. Sin embargo, las bajadas de precios de las materias primas pueden tardar meses en repercutirse, dependiendo de las condiciones contractuales entre los mineros y sus clientes.
Si buscamos ganadores en todo esto, vemos dos con potencial. Primero, los consumidores, que podrían ver cómo los vehículos eléctricos se abaratan un poco. Segundo, las empresas que construyen y gestionan estaciones de recarga de VE: a medida que bajen los precios, la adopción de los VE se acelerará aún más, y eso significará que necesitaremos más. Por tanto, puede que ahí resida la verdadera oportunidad de inversión a largo plazo.