La última encuesta IFO de Alemania se situó ligeramente por encima de las expectativas, pero en el entorno actual, fue suficiente para que la moneda única se montara en el ascensor buscando los máximos de la sesión europea por encima del nivel 1.3165. Después de la caída del PIB en el último trimestre del año pasado, ha habido un fuerte énfasis en el ritmo de impulso de la economía alemana y, concretamente, preguntándose si eso era un bache breve o el comienzo de una desaceleración más sostenida. Los datos de IFO, junto con otros indicadores de las encuestas, están mirando hacia este último dato, a pesar de que no estamos sugiriendo que la economía haya visto una reversión al alza fuerte en el primer trimestre.
Pero la cuestión central es el grado en que la economía alemana pueda continuar creciendo a pesar de lo que está pasando en el sector bancario europeo. Los datos de esta semana en España nos ha recordado que la situación es sobre todo una burbuja de bancos / crédito, en lugar de sobre todo una crisis soberana. El riesgo principal en Alemania es que esta burbuja se manifiesta en una mayor contracción de los préstamos, de manera más agresiva que incide sobre la economía alemana. La zona euro ya ha experimentado una fuerte caída en los préstamos a finales del año pasado y el ritmo interanual de los préstamos de los hogares han caido en territorio negativo durante el próximo par de meses. Esta tendencia tendrá un impacto Alemania, pero menos que otras naciones, por lo que la brecha entre el núcleo y el resto seguirá creciendo.