El muro de negación de la Reserva Federal sobre la inflación comienza a mostrar grietas. El presidente Jerome Powell reconoció en su comparecencia ante el Congreso de la semana pasada que la inflación estaba más alta de lo que habían previsto las autoridades y que no dudarían en "ajustar" la política monetaria si comienza a descontrolarse.
Pero reiteró su convicción de que las subidas de precios son transitorias, debido a una reactivación de la economía con escasez de oferta y mano de obra.
Los legisladores de ambos partidos interrogaron a Powell sobre la inflación después de que el índice de precios al consumo de junio publicado el martes mostró un salto del 5,4% en el conjunto del año, el más alto desde 2008, y superando los pronósticos que hablaban de un 5%. En términos anuales, el incremento fue de un 0,9% frente a las previsiones del 0,5%.
El argumento de la temporalidad es cada vez menos defendible
Cada vez surgen más preguntas sobre la política monetaria de la Fed a medida que la discusión sobre el futuro de Powell comienza a ganar cierto fuelle. Aunque la mayoría de los economistas creen que el presidente Joe Biden seguirá la tradición y volverá a nombrar presidente a Powell, el súper liberal Robert Kuttner predijo la semana pasada que Biden nombraría a alguien nuevo.
El mandato de Powell como presidente expira a principios de febrero, y la Casa Blanca generalmente nombra al nuevo presidente con varios meses de anticipación para que el Senado pueda confirmar la elección. Kuttner, editor del American Prospect, fue el primero en anunciar que Janet Yellen sería candidata a Secretaria del Tesoro.
El senador de Ohio, Sherrod Brown, presidente demócrata del Comité Bancario, criticó duramente a Powell en la audiencia de la semana pasada por lo que considera una regulación laxa que ha permitido a los bancos hacerse más poderosos. La senadora Elizabeth Warren, la influyente exaspirante a la presidencia, intervino con la misma crítica.
Yellen, expresidenta de la Fed, evadió una pregunta de un entrevistador de televisión la semana pasada sobre la reelección de Powell, aunque dijo que cree que la Fed ha hecho un buen trabajo.
Por supuesto que sí. Al mantener las compras de activos a toda velocidad y los tipos de interés cerca de cero mucho después de que la crisis haya terminado y la economía se esté recuperando, Powell está haciendo exactamente lo que ella querría que hiciera, que es exactamente lo que ella haría.
La independencia de la Fed se parece más a una ficción, ya que Powell sigue obedientemente el ejemplo de su exjefa y de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto. ¿Inflación? ¿Qué inflación?
El índice de precios al productor, un indicador preliminar de hacia dónde van los precios al consumo, subió un 1,0% en el mes en junio y un 7,3% en el conjunto del año. El Libro Beige, que recoge anécdotas de los contactos de los 12 bancos regionales con empresas locales, indicó una vez más que la mayoría de ellos creen que las presiones sobre los precios continuarán durante algún tiempo.
La evidencia, en resumen, indica que la insistencia de Powell en que la inflación es transitoria es cada vez menos defendible. Incluso si estas elevadas lecturas disminuyen cuando el efecto base de los precios deprimidos de hace un año se vaya desvaneciendo, llamar transitorio a un desajuste entre la oferta y la demanda que podría durar muchos meses elude el problema.
El presidente de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, dijo al Wall Street Journal que todavía es demasiado pronto para considerar reducir las compras mensuales de bonos de la Fed desde el nivel actual de 120.000 millones de dólares. La relación empleo/población, que era del 61,1% en febrero de 2020 antes del estallido de la pandemia, se situaba en sólo el 58% en junio y tiene que superar holgadamente el 59% antes de que los responsables de la política monetaria puedan hablar de expansión cuantitativa, dice.
James Bullard, presidente de la Fed de San Luis, indicó que es el momento de comenzar a reducir las compras de bonos. "No es necesario ponerse en marcha mañana mismo, pero creo que estamos en muy buena forma para hacerlo", dijo en una entrevista.
Los encargados de la formulación de política monetaria de los bancos centrales de otros países son menos indecisos. El Banco de Canadá recortó sus compras de bonos en 1.000 millones de dólares canadienses a la semana en abril, hasta 3.000 millones de dólares canadienses, y la semana pasada dijo que recortará otros 1.000 millones a la semana.
Michael Saunders, miembro externo del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra, dijo la semana pasada que el banco central británico debería tomar medidas para frenar la inflación y sugirió que votaría a favor de reducir las compras de bonos en la próxima reunión que se celebrará a principios del mes que viene.
Marcó un cambio de tendencia para la prudente política monetaria cuando David Ramsden, vicegobernador y miembro del comité de política monetaria, dijo que también le preocupaba la inflación después de que el Reino Unido registrara en junio un aumento del 2,5% anual.
Ambos legisladores dicen que no están de acuerdo con el gobernador Andrew Bailey, que sigue insistiendo en que el banco hace lo correcto al mantener inalterada la política monetaria.