El índice PMI manufacturero de Suiza fue de 62.0, subiendo desde 61.7 y un 0.7 más alto que las expectativas. Esto continuó una fuerte tendencia de mejora económica en el sector manufacturero al alcanzar el nivel más alto desde 2011. La semana pasada, el principal indicador Kof subió de 105.8 a 109.1. Con un CHF más débil y la mejora de la demanda mundial, Suiza se posiciona de forma única para aprovechar la oportunidad. Este hecho se refleja claramente en el aumento de las sorpresas alcistas. Curiosamente y en silencio, la inflación de precios al consumidor ha ido trepando lentamente ya que la cifra general anual se sitúa en el 0,7 %.
En caso de que la trayectoria de la inflación actual continúe, los precios deberían alcanzar el objetivo del BNS del 2 % a principios de 2019. Si bien a un año de distancia el crecimiento del PIB suizo mejora desde las perspectivas alcistas por encima del 0,9 % para la tendencia de 2017, el banco central se enfrenta con opciones interesantes de política monetaria en el año 2018. Sin embargo, en el entorno actual, el CHF sigue siendo una sólida posición corta frente al USD y las monedas de los mercados emergentes. La aceleración de los flujos de salida y la caída de las ratios de cobertura en divisas debilitarán aún más al CHF. Pero la clave de un BNS inactivo, que poco probablemente revierta las reservas sobre un ajuste al alza de las tasas de política hasta que el CHF se vuelva menos “sobrevaluado”, es la razón principal por la que los inversores se alejarán del CHF. Seguimos con una postura constructiva sobre el USD/CHF, y esperamos que la actual tendencia alcista se extienda a 1.02.