Esta semana, el petróleo podría seguir cayendo desde sus recientes máximos, ya que la preocupación en torno a la inflación consume a las autoridades estadounidenses, mientras los responsables de la política monetaria, desde el Congreso hasta la Casa Blanca, reflexionan sobre la forma de frenar las presiones de los precios, que están creciendo a su ritmo más rápido en más de 30 años.
El oro, por su parte, tiene cada día más posibilidades de actuar como la cobertura contra la inflación que se supone que es, manteniéndose firmemente en niveles en torno a 1.800 dólares, ya que los inversores se aferran a los lingotes de oro a pesar de que su rival, el dólar, ha alcanzado máximos de 16 meses.
En cuanto al petróleo, en una carta enviada la semana pasada, 11 demócratas del Senado instaron al presidente Joseph Biden a recurrir a la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) y a prohibir las exportaciones de crudo de Estados Unidos para aumentar las reservas inmediatas, lo que podría reducir los precios en los surtidores frente a los actuales máximos de siete años.
Hagamos bajar la gasolina ahora mismo
El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, se sumó a ese llamamiento el domingo, asegurando que "ninguna industria se salva" de la inflación "pero la de la gasolina es la peor parada de todas".
"Hagamos bajar el precio de la gasolina ahora mismo. Y esto funcionará", ha dicho Schumer, refiriéndose a la propuesta de descenso de la SPR.
Los inversores también apuestan por que la Reserva Federal tendrá que subir los tipos de interés en Estados Unidos antes de lo indicado para detener la espiral inflacionista.
Biden se ha visto sometido a una presión cada vez mayor para que actúe contra la inflación después de que el Departamento de Trabajo informara la semana pasada de que el índice de precios al consumo de Estados Unidos, que representa una cesta de productos que van desde la gasolina y la atención sanitaria hasta los alimentos y los alquileres, aumentó un 6,2% interanual en octubre.
La inflación alcanza máximos de 30 años y la confianza de los consumidores registra mínimos de una década
Éste es el crecimiento más rápido del IPC desde noviembre de 1990, una aceleración impulsada sobre todo por la gasolina.
La Universidad de Michigan, en su encuesta publicada la semana pasada, indicaba que la confianza de los consumidores —que supone el 70% de la economía estadounidense— se encuentra en mínimos de una década, debido principalmente a la preocupación en torno a la inflación.
Todo apuntaba a que la Casa Blanca anunciaría una reducción de la SPR la semana pasada. Pero se contuvo después de que las Perspectivas Energéticas a Corto Plazo de la Administración de Información Energética indicaran a que el petróleo Brent, de referencia mundial, cerraría probablemente el año en torno a los 82 dólares por barril, antes de caer 10 dólares el año que viene.
"Si el Gobierno de Biden estaba esperando que la EIA le diera una buena razón para recurrir a la SPR esta semana, no fue así", ha dicho Ed Moya, analista de la plataforma de comercio online OANDA.
El temor a que Estados Unidos utilice una parte considerable de sus reservas de crudo y aun así no consiga que el precio del crudo baje de forma significativa hace descartar la explotación de la reserva estratégica. Esto se debe, en parte, a los temores de que el grupo de productores OPEP+ pueda reducir aún más su suministro al mercado para compensar los intentos del Gobierno estadounidense de hacer bajar el mercado.
La OPEP complica el plan de liberación de reservas de crudo de Estados Unidos
Con los precios del crudo a unos 20 dólares o más de alcanzar los 100 dólares por barril, la OPEP+ no parece dispuesta a desaprovechar la mejor oportunidad que ha tenido de hacer que el mercado vuelva a precios de tres dígitos por primera vez en siete años.
Para no verse presionada a bombear más petróleo del que pretende, la OPEP+ —que agrupa a la Organización de Países Exportadores de Petróleo, liderada por Arabia Saudí, con otros 10 aliados productores de petróleo encabezados por Rusia— ha rebajado incluso la demanda de su propio crudo en el cuarto trimestre.
Durante la jornada de negociación de este lunes en Asia, el crudo estadounidense de referencia West Texas Intermediate baja 41 centavos, o un 0,5%, hasta 79,28 dólares por barril a las 7:30 horas (CET), tras perder un 4% en las tres semanas anteriores. El WTI registró máximos de siete años de 85 dólares por barril en octubre, y acumula una subida del 63% en el conjunto del año.
El Brent se deja 39 centavos, o un 0,5%, hasta 82,78 dólares. El Brent también ha perdido cerca de un 4% en las tres semanas anteriores. El mes pasado, el crudo de referencia mundial registró máximos de tres años en más de 86 dólares y sigue acumulando una ganancia del 58% en el conjunto del año.
El contrato más activo de futuros del oro de Estados Unidos, el de diciembre, se ha apartado de sus últimos máximos, aunque no mucho, manteniéndose por encima de la media de 1.800 dólares. El oro de diciembre baja 8,10 dólares, o un 0,4%, hasta 1.860,40 dólares, tras haber ganado un 4,5% en las dos últimas semanas, cuando registró máximos de cinco meses en 1.871,35 dólares.
Semana complicada para los inversores
Esta semana podría ser complicada para los mercados de riesgo, ya que los inversores estarán pendientes de las últimas cifras de ventas minoristas de Estados Unidos y de los resultados de los principales minoristas, como Walmart (NYSE:WMT).
Todo apunta a que las ventas minoristas de Estados Unidos subirán un 1,1% tras la subida del 0,7% de septiembre, según las estimaciones de los analistas seguidos por Investing.com. Sin embargo, a tenor de las recientes cifras de inflación, también es posible que la cifra decepcione.
La agenda económica también incluye datos sobre la producción industrial el martes, informes sobre las viviendas iniciadas y los permisos de construcción el miércoles y las cifras semanales sobre las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo el jueves.
El estallido del COVID en Europa agrava los problemas
Se espera que la última serie de datos económicos de China del lunes confirme una ralentización de su recuperación económica, justo cuando Europa está experimentando un nuevo aumento de las infecciones por COVID-19.
En Europa se está produciendo un resurgimiento de la pandemia de COVID-19, lo que aumenta los vientos en contra de la ya frágil recuperación económica de la región.
Mientras tanto, las cifras de empleo del Reino Unido se seguirán muy de cerca después de que el Banco de Inglaterra dijera, tras sorprender a los mercados absteniéndose de implementar la tan esperada subida de tipos a principios de este mes, que necesita más pruebas de la mejora del mercado laboral.
Descargo de responsabilidad: Barani Krishnan utiliza una serie de puntos de vista aparte del suyo para aportar diversidad a su análisis de cualquier mercado. En pos de la neutralidad, presenta opiniones contrarias y variables de mercado. No tiene participaciones ni mantiene una posición en las materias primas o valores sobre los que escribe.