Si la memoria no me falla creo recordar que hacia el mes de abril o mayo del 2017 conocí a uno de los analistas bursátiles con mejor reputación del país. Reputación ésta lograda gracias a toda la experiencia acumulada en los últimos 20 años en la banca de inversión. Esta persona estaba dando una conferencia delante de un auditorio lleno de empresarios. Les advirtió repetidamente que pronto llegaría un crack bursátil semejante al del 2008 y diapositiva tras diapositiva mostraba datos para confirmar que la economía mundial estaba llena de desajustes y se encontraba podrida por dentro.
Me vienen a la cabeza otros economistas y analistas de referencia a nivel mundial que desde el 2008, cada vez que el SP500 ha bajado un -10% se han prodigado por los medios de comunicación generalistas y especializados augurando el fin del mundo.
En algún artículo anterior ya he remarcado que lo importante en bolsa no es acertar el análisis, sino saber cuándo van a suceder las cosas. Si bien es cierto que sigo compartiendo al 100% el diagnóstico de ese gurú, no es menos cierto que los mercados aún no le han dado la razón. Sigo compartiendo con él que la emisión de masa monetaria y la deuda soberana serán los dos factores que nos llevan a la próxima gran depresión, pero no por eso voy a ir corriendo a ponerme corto en el SP500 o en el Nasdaq 100.
Mi punto de vista de la situación actual de los mercados se puede describir con la siguiente metáfora: Yo sigo bailando al ritmo de la música que marcan los mercados. Sigo dentro de la discoteca, pasándomelo bien, pero bailo muy cerca de la puerta de emergencia.
Sabiendo que estamos en un periodo de resaca de la expansión monetaria. Sabiendo que ya no existen los QE-Quantitative Easing- pero que el político de turno no dudará ni un segundo en utilizar la máquina de imprimir dinero a las primeras de cambio. Sabiendo que lo mejor para luchar contra la inflación es estar invertido en los mercados financieros muestro al lector unos ETF que nos pueden ayudar en incrementar nuestra rentabilidad de nuestra cartera global.
Estos ETF están referenciados al Nasdaq 100 y están apalancados dos, tres y cinco veces. Están pensados para personal con poca aversión al riesgo y no tenga los conocimientos necesarios para encontrar la próxima “tenbagger” o no sea especialista analizar empresas ni sectores para saber cuál será la empresa tecnológica que cambiará el devenir del mundo. Son los siguientes:
ProShares Ultra QQQ (QLD). ETF que replica por dos los movimientos diarios del Nasdaq 100. En España solamente es contratable si eres inversor profesional. Tiene el honor de ser uno de los ETF apalancados más antiguos del mundo. Desde su creación, en junio del 2006, lleva una revalorización de 4577%. Es decir.
Lyxor UCIT’s Nasdaq-100 Daily Leveraged. ( LQQ ) ETF que replica por dos el comportamiento diario del Nasdaq 100. Es contratable para inversores minoristas. Está referenciado en euros y desde su creación en también en junio del 2006 lleva una revalorización del 7597%.
ProShares UltraPro QQQ (TQQQ) ETF que replica por tres los movimientos diarios del Nasdaq 100. Solamente es contratable desde España si eres inversor profesional. Desde febrero del 2010, que comenzó a cotizar, lleva una revalorización del 19720%.
WisdomTree Nasdaq 3x Daily Leveraged (QQQ3). Tiene la particularidad que este ETC tiene 4 clases diferentes domiciliadas en los siguientes países. Italia, Alemania, Reino Unido y Francia. Es contratable por inversores minoristas y lleva una revalorización desde marzo del 2014 de 3573%.
Leverage Shares 5X Long US Tech (QQQ5). Este ETC también tiene la particularidad que tiene 2 clases domiciliadas en Alemania o Reino Unido. Es un producto que multiplica por cinco los movimientos diarios del Nasdaq. Lleva una pérdida desde su creación en diciembre del 2021 del -52%. Desde mi punto de vista se podría de decir que estos ETF-ETC se han creado como paso intermedio entre la inversión no apalancada y la inversión ultra apalancada de los futuros, opciones, cfd’s y warrants. El inconveniente que tienen actualmente es el bajo volumen de negociación puesto que la gente aún los desconoce y hace poco más de dos años que se están comercializando.
Vuelvo a remarcar que estos productos financieros no son aptos para determinados perfiles y que la contratación de éstos se debe de enmarcar dentro de una estrategia previamente analizada o, es su defecto, como complemento a una cartera ya conformada.
Que tengan mucha suerte y les recuerdo que algún día estarán tan manipulados por la clase política que les harán creer que la pobreza en la solución a todos los problemas.