La política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) aumenta las posibilidades de que las entidades bancarias europeas tengan que cobrar en breve a los ahorradores por sus depósitos, debido a los bajos tipos de interés.
Esta decisión será importante y positiva para todos aquellos inversores que estén dispuestos a asumir riesgos para conseguir rentabilidades positivas, ahora bien, no es tan positiva para todos aquellos ahorradores que estén acostumbrados a recibir, en estos momentos y no durante mucho tiempo más, unos reducidos intereses por sus depósitos.
Se presenta un cambio importante, un cambio que brinda por una nueva situación económica-financiera, una realidad que obliga a tomar una decisión: pagar por los depósitos de nuestros ahorros, o bien, comenzar a pensar en otro tipo de productos financieros de renta variable, aquellos en los que el inversor debe de asumir cierto riesgo para obtener ciertas rentabilidades.
Lo que está claro es que la situación actual de los mercados financieros supone un cambio; un cambio de mentalidad por parte de los tradicionales ahorradores, un cambio que no resultará difícil adaptarse si se cuenta con un asesor financiero, pero no el típico asesor de entidades tradicionales donde están depositados sus ahorros, quien finalmente le asesora en función de sus propios intereses, marcados por sus propias comisiones y objetivos.
Me refiero a un asesor financiero independiente que trabaje bajo el paraguas de una Empresa de Asesoramiento Financiero Independiente (EAFI). Una persona que les ofrezca un asesoramiento financiero libre de conflicto de interés y personalizado, es decir, que ese asesor les indique cual es el producto financiero que más se ajusta a su perfil inversor.