- El informe de empleo de EE.UU. ha sido positivo para las acciones y negativo para el dólar y el rendimiento de los bonos
- Todo apunta a que las acciones de EE.UU. se dispararán en julio y la segunda mitad de 2018
- El S&P se carga el patrón bajista; el Dow Jones vuelve a cruzar por encima del DMA 200
- Patrón alcista del WTI en proceso
Los inversores alcistas comenzarán la semana con un consenso absoluto para seguir presionando tras el dispar informe de empleo del viernes —el empleo no agrícola aumentó pero la remuneración media por horas no cumplió expectativas. El informe sugiere la posibilidad de una ralentización del ritmo de implementación de ajustes, lo que en nuestra opinión allana el camino en julio hacia alturas aún inexploradas.
Los resultados impulsaron las acciones, lastrando a su vez el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense y el dólar. Todos los índices principales de Estados Unidos, incluyendo el S&P 500, el Dow y el NASDAQ cerraron la jornada y la semana al alza. En general, el informe favorable de empleo señala que la economía ha estado creciendo a pesar de la escasa confianza derivada de la creciente guerra comercial. Y lo que es aún más alentador, creemos que los cierres de los mercados de valores en positivo, tanto en términos intradía como semanales, indica la probable trayectoria para este mes y la segunda mitad del año. Creemos que los inversores están dispuestos a adentrarse donde nadie se ha atrevido antes. Aquí tenemos el porqué:
Es la economía, estúpido
La creación de 213.000 empleos nuevos en junio, que superó las expectativas que hablaban de 195.000, es la tercera lectura más fuerte del año, con un total de 1,3 millones de puestos de trabajo desde el inicio de 2018. Eso supone una aceleración del 15% con respecto a los 1,1 millones de empleos registrados en el anterior período de seis meses. Y mientras que el desempleo ha subido al 4%, ligeramente por encima de la lectura anterior, sigue siendo la más baja desde 1969. Al apartarse de estos mínimos, de cerca de 50 años, sigue siendo un indicio evidente de mejora de las previsiones laborales. Los salarios aumentaron un 2,7% interanual, superando la marca del 2,4% del año pasado.
El informe del mes de junio es claro indicio de que la economía estadounidense está mejorando. También ofrece una perspectiva positiva en cuanto a la expansión económica ya que la creación de más puestos de trabajo y el aumento de los salarios respaldan el gasto de los consumidores, lo que supone la mayor parte del PIB de Estados Unidos, un componente imprescindible para un crecimiento aún mayor.
En cuanto al optimismo de los inversores, incluso tras materializarse la amenaza de los aranceles, una vez más la demanda continuó apoyando la tendencia alcista de los precios. El favorable informe de empleo indica que a pesar del descenso de la confianza ante la creciente guerra comercial, la economía sigue creciendo. Al impulsar las acciones, los inversores siguen demostrando que no creen que una guerra comercial acabe con el crecimiento económico sino que por el contrario lo ven como una estrategia de negociación, una forma de consolidación de poder por parte del presidente de Estados Unidos.
Funcionamiento interno del mercado casi todo verde
El S&P 500 avanzó el viernes, 0,85%, con los 11 sectores en territorio positivo, con el sector sanitario a la cabeza (+1,44%) después de que las acciones del sector biotecnológico repuntaran tras conocerse que la medicina para Alzheimer de Biogen (NASDAQ:BIIB) había dado resultados positivos en un importante ensayo clínico. El fuerte cierre impulsó el índice que subió un 1,52% en términos semanales, impulsado una vez más por el sector de la salud (+3,06%), aunque el sector energético (-0,36%) cerró la semana en rojo, después de que la volatilidad lastrara los precios del petróleo.
El Dow Jones de Industriales subió un 0,4% el viernes, cerrando la semana con un alza del 0,85%, interrumpiendo una crisis de tres semanas. El NASDAQ Composite se disparó un 1,35% el viernes, ganando un 2,4% en términos semanales. Ahora está a un 1,5% de los máximos históricos registrados hace dos semanas.
El Russell 2000 superó expectativas, subiendo un 0,85%, por cuarta jornada consecutiva, hasta un avance del 3,14%, y un 0,8% frente a su precio más alto registrado la semana pasada.
Aunque el informe de empleo no agrícola ha impulsado las acciones, también ha lastrado el rendimiento de los bonos, incluyendo los bonos del Tesoro a 10 años, pues el componente de los salarios no ha cumplido las expectativas por segunda jornada consecutiva. La remuneración media por hora ha aumentado apenas un 2,7% interanual, una décima de punto porcentual por debajo de las expectativas.
Esto es otro ejemplo de las diferencias entre las posturas que han adoptado los traders de acciones frente a los proveedores bonos: los traders de acciones se centraron en el lado positivo del informe, la subida de la cifra en términos anuales; los proveedores de bonos prestaron más atención a las cifras que no cumplieron expectativas. El descenso de las previsiones en cuanto a las subidas de los tipos de interés ha impulsado la demanda de bonos a largo plazo en las tasas actuales, lastrando el rendimiento de los bonos.
Aunque el informe de empleo no agrícola ha impulsado las acciones, también ha lastrado el rendimiento de los bonos, incluyendo los bonos del Tesoro a 10 años, pues el componente de los salarios no ha cumplido las expectativas por segunda jornada consecutiva. La remuneración media por hora ha aumentado apenas un 2,7% interanual, una décima de punto porcentual por debajo de las expectativas.
Esto es otro ejemplo de las diferencias entre las posturas que han adoptado los traders de acciones frente a los proveedores bonos: los traders de acciones se centraron en el lado positivo del informe, la subida de la cifra en términos anuales; los proveedores de bonos prestaron más atención a las cifras que no cumplieron expectativas. El descenso de las previsiones en cuanto a las subidas de los tipos de interés ha impulsado la demanda de bonos a largo plazo en las tasas actuales, lastrando el rendimiento de los bonos.
La ralentización de las previsiones en cuanto a las subidas de los tipos ha lastrado el dólar, que encontró respaldo —por ahora— en la línea de tendencia alcista desde mediados de mayo.