Aquí tenemos una advertencia sobre los mercados y las elecciones de Estados Unidos.
En este momento, nadie sabe lo que va a pasar, y puede que no lo sepamos durante semanas. Aunque Biden se acerca a la victoria, la carrera sigue sin determinar, y ambos bandos acusan al otro de hacer chanchullos. Lo más probable es que la decisión se tome en los tribunales en más de un estado.
En el año 2000, las elecciones presidenciales no se resolvieron hasta mediados de diciembre y ese escenario podría volver a ocurrir.
A los mercados no les gusta la incertidumbre y las elecciones disputadas aún menos, ya que aumentan la tensión, especialmente en Estados Unidos, que se enorgullece de su capacidad de transición suave del poder.
Si la disputa continúa durante días y semanas, los mercados, incluso los mercados de materias primas, serán cada vez más difíciles de predecir.
Si queremos empezar a operar ahora, tiene que gustarnos el riesgo. Dicho esto, echemos un vistazo a los problemas de oferta y demanda del mercado WTI:
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La Administración de Información Energética ha informado de un descenso de 8 millones de barriles de las reservas de petróleo crudo de Estados Unidos en la semana que concluía el pasado 30 de octubre. Esto significa que en el mes de octubre, las reservas de crudo de Estados Unidos disminuyeron a un ritmo de aproximadamente 1,4 millones de barriles al día.
A este descenso han contribuido los huracanes que interrumpieron la producción de petróleo en el Golfo de México. La temporada de huracanes no termina hasta el 30 de noviembre, y ahora mismo el huracán Eta está azotando Nicaragua. Sigue siendo una amenaza importante, y podría virar hacia Florida, aunque actualmente no se prevé que afecte a las instalaciones petroleras del Golfo de México. A menos que la demanda y/o las reservas repunten en el cuarto trimestre, no deberíamos esperar que se repita este tipo de descenso, ya que la producción del Golfo de México se mantendrá estable.
La producción petrolera de Libia está aumentando rápidamente ahora que las facciones beligerantes de su guerra civil han acordado un alto el fuego. La producción alcanzó los 850.000 barriles al día el 3 de noviembre y la National Oil Corp., la compañía petrolera nacional de Libia, espera alcanzar un promedio de 1 millón de barriles al día en noviembre. Es poco probable que la OPEP pueda ejercer un control significativo sobre la producción de petróleo libio antes de su reunión del 30 de noviembre. Incluso entonces, cualquier cuota que Libia acepte cumplir no afectará su producción de petróleo hasta el 1 de enero como muy pronto.
La OPEP y la OPEP+ se reunirán el 30 de noviembre y el 1 de diciembre para discutir las cuotas de producción de petróleo de cara a 2021, y parece que el grupo decidirá en contra del aumento de 2 millones de barriles al día que se supone se materializará el 1 de enero.
De hecho, la OPEP y la OPEP+ podrían establecer nuevas reducciones. Las compañías petroleras rusas parecen dispuestas a mantener las cuotas de producción actuales en lugar de aumentar la producción, en parte porque las limitaciones de la producción les ayudarán a evitar el pago de más impuestos en el marco del régimen fiscal recientemente implementado. Las nuevas normas hacen subir los impuestos sobre la producción de petróleo ruso de los yacimientos petroleros más antiguos.
Además, el Wall Street Journal ha informado de que Arabia Saudí pretende lograr un consenso para reducir la producción de la OPEP+ el 1 de enero. No se sabe de qué magnitud sería la reducción que le gustaría ver a Arabia Saudí, pero según los funcionarios saudíes, reducir la producción "es ahora una opción". Sin embargo, no está claro si este nuevo recorte sería suficiente para compensar el retorno del petróleo libio al mercado.
A partir de ahora, parece que independientemente de a qué acuerdo se llegue, veremos un aumento de las reservas de petróleo en el cuarto trimestre, y posiblemente en el primer trimestre de 2021. Un nuevo acuerdo entrará en vigor casi con toda seguridad el 1 de enero y se mantendrá durante un período de tres meses o más. Estos acuerdos de la OPEP+ generalmente no se evalúan en función de la actividad diaria, sino en función de la producción trimestral, por lo que es posible cumplirlos a la vez que se excede la cuota, siempre y cuando se produzca por debajo de la misma después.
Demanda
En cuanto a la demanda, tenemos que considerar la vuelta a las mediadas de confinamiento por el COVID, especialmente en gran parte de Europa occidental. En particular, el Reino Unido, Francia y Alemania, las principales economías de Europa se enfrentan las tres a nuevas de estas medidas. El confinamiento del Reino Unido prohíbe todos los viajes internacionales excepto por motivos de trabajo y ordena el cierre de todas las empresas y lugares de culto no esenciales. Los centros educativos permanecerán abiertos en el Reino Unido, una diferencia con respecto a las medidas de confinamiento anteriores, pero las duras restricciones a los negocios y los viajes permanecerán vigentes durante al menos un mes. Francia ya ha impuesto un segundo confinamiento, que incluye la obligación de presentar declaraciones juradas para salir de casa. Los centros educativos permanecerán abiertos, pero todavía se pueden imponer toques de queda para limitar los viajes y las reuniones. Alemania también ha impuesto medidas más leves que en primavera.
Los datos de movilidad de Francia del viernes pasado, el primer día de confinamiento del país, indicaron que los viajes sólo han disminuido un 33% con respecto a la vida previa al coronavirus. En comparación, el pasado mes de marzo, durante el confinamiento inicial, la movilidad disminuyó en un 63%. Los indicadores generales de movilidad económica europea mostraron una disminución del 23,6% la semana pasada. Éstos son indicadores tempranos de una disminución de la demanda de petróleo en Europa, aunque no tanto como en primavera.
Hay mucha especulación en torno a que, si Biden gana las elecciones de Estados Unidos, apoyará nuevas medidas de confinamiento en Estados Unidos si los gobernadores tratan de implementarlas. Las medidas de confinamiento, como vimos en primavera, tienen un importante impacto negativo en la demanda e infunden un miedo constante, lo que también lastra la demanda de petróleo.