Se inició el periodo de publicación de resultados empresariales y llegó la primera corrección en los mercados de renta variable de 2018. Pronosticaba esta corrección en el informe de la pasada semana, por el recorrido ya realizado y porque quizás los resultados defraudaban algo a los inversores.
En Europa sucedió así, especialmente cuando se conocieron los resultados de las entidades financieras como Deutsche Bank (DE:DBKGn), sin embargo en Wall Street el desencadenante fueron los buenos resultados en creación de empleo del mes de enero, los cuales llegaron a 200.000 empleos, con una tasa de desempleo del 4,1% y un buen crecimiento salarial del 2,9% en términos anuales.
Este buen dato económico apunta hacia una mayor generación de inflación de la primera economía mundial y un posible mayor ritmo de subidas de tipos de lo previsto. Esta situación se reflejó en un repunte de los bonos estadounidenses que fue la señal para que los inversores en renta variable estadounidense realizasen beneficios. Recordad que las subidas de tipos no son bien asimiladas por las bolsas, a pesar de que últimamente en Estados Unidos estábamos asistiendo a un comportamiento diferente debido a que el peso de otros factores como las políticas fiscales seguían impulsando los índices en pleno programa de subida de tipos.
Wall Street perdió un 4,12 % en su índice Dow Jones de industriales, en su peor semana en dos años. El resto de plazas internacionales le siguieron con caídas semanales del 3,40% en el Euro Stoxx 50 y del 3,63% en el Ibex que cerró su peor semana en 15 meses, aunque todavía acumula una subida en 2018 del 1,70%.
En el terreno de la renta fija también repuntaron las TIRes de la deuda europea, principalmente la deuda de los grandes estados, y como esperábamos, se sigue reduciendo la prima de riesgo de la deuda de los países periféricos. El bund alemán cerró la semana en el 0,763%, mientras que la deuda española a 10 años se mantuvo en el 1,451 % al cierre de la misma.
El euro freno su escalada frente al dólar gracias a la comentada percepción inflacionista en la economía del billete verde y el viernes se cedió terreno frente a la divisa estadounidense que situó al euro en 1,2456 dólares.
Estos momentos de corrección deben ser aprovechados para la toma de posiciones ya que a medio plazo el escenario no ha cambiado. Los fundamentales económicos fuertes van a seguir impulsando las valoraciones empresariales y sus dividendos. Es aconsejable no intentar predecir el mercado y tomar decisiones precipitadas ante comportamientos del mercado como el actual que incluso pueden ser considerado como sano dentro de un ciclo alcista.
Se necesitarían más elementos que afectasen a fundamentales para considerar un cambio de tendencia, incluso en Estados Unidos. Esto no quita para ser prudentes y mantener las exposiciones dentro de nuestro perfil de riesgo de inversor y sobre ponderar aquellas zonas geográficas con un mayor potencial de crecimiento como Europa.
Por otro lado, se sigue haciendo patente el mayor riesgo relativo en los activos de renta fija en los cuales conviene ser más selectivos si cabe y sobre ponderar la deuda periférica europea en nuestras carteras, ya que parece que puede verse menos afectada en el proceso de normalización monetaria hacia el que nos encaminamos.
La semana en la que entramos, sin importantes referencias macro que puedan afectar a los mercados, nos mantendremos atentos al coeficiente de correlación de los rendimientos de la deuda soberana y las bolsas. Es de esperar que la semana retome la senda positiva en los índices tras la corrección sufrida al final de la pasada.