En el recorrido de consolidación por el que transitan los mercados de renta variable desde mediados de junio, la semana pasada tocó el rebote alcista. El ímpetu en las bolsas llevó al tecnológico Nasdaq a marcar nuevos máximos históricos. Pero tampoco se quedaron atrás el resto de índices. El S&P 500 se revalorizó un 4,02% en la semana y el índice de industriales del Dow Jones un 3,25%. En el ámbito doméstico el IBEX 35 se apuntó un avance semanal del 3,14% y el EuroStoxx 50 disfrutó de unas ganancias del 2,82%.
Todo esto en una semana en la que el viernes fue festivo en Wall Street por el Día de la Independencia y en la que se publicaron buenos datos en la creación de empleo en EE.UU. y buenos datos macroeconómicos, que superaron previsiones. Al otro lado de la balanza se situaron los rebrotes y el récord de positivos diarios en Covid-19 en EE.UU. Sin embargo, y de momento, los datos macro están siendo el principal catalizador de los mercados. Y los mercados muestran optimismo sobre el control de la pandemia, el posible descubrimiento de la vacuna y el impacto limitado en la economía. Este optimismo se refleja también en la estabilidad que presenta el mercado de deuda y de divisas.
Si miramos a nuestro alrededor, el futuro de muchas compañías no parece ser tan halagüeño como el barómetro de los mercados predice. Los resultados empresariales van a verse gravemente afectados por el parón económico, especialmente en el trimestre que hemos cerrado. Este impacto en beneficios lo empezaremos a conocer a partir de la semana próxima, cuando comienza el periodo de publicación de resultados empresariales trimestrales. Pero me temo que los mercados los considerarán como datos obsoletos y, por negativos que se presenten, no serán puestos en valor en las cotizaciones.
Si los beneficios por acción van a caer, las cotizaciones deberían ser más bajas de las que tenemos actualmente en muchas de las compañías. En este punto la pregunta que todos nos hacemos es: ¿Se están equivocando los mercados?. Esta pregunta encierra siempre un cierto halo de arrogancia de la persona que se la hace. Los mercados son una consecuencia de una evaluación universal de las variables que hay en juego. Por lo tanto, los mercados no se equivocan, lo que puede estar equivocado es la interpretación que se hace de su comportamiento.
Hoy por hoy el barómetro de los mercados anticipa una recuperación de beneficios en 2021, el asalto de las empresas tecnológicas al trono de las principales compañías mundiales, liquidez abundante durante mucho tiempo y una resolución favorable de la crisis sanitaria con vacuna incluida para final de este año. En las valoraciones también pesan los posibles rebrotes de otoño, pero no se les concede la capacidad de un freno radical en la actividad económica.
Ante esto los inversores deberían considerar que para pescar hay que estar en el río. El río puede llevar corriente fuerte o remolinos que nos hagan perder nuestros anzuelos, pero al final el que lleva pescado a casa es el pescador que ha estado en el río. La corriente que trae el río de los mercados esta subiendo y amenaza con remolinos, pero si elegimos bien la mosca de nuestro anzuelo podemos obtener una gran pieza. Podemos elegir ríos más tranquilos, como los mercados de renta fija, en la que hay piezas de deuda corporativa muy atractivas. O podemos decantarnos por ríos más movidos, como los de renta variable, donde nuestro resultado dependerá de la selección de la zona de pesca y la mosca que utilicemos. Pero en cualquier caso, no deberíamos quedarnos en casa si lo que queremos es comer pescado. La liquidez es un estado de confort engañoso y entre las características del inversor está la de ser capaz de salir de esa zona de confort.
¿Qué esperar de los mercados esta semana?
Esta semana viene poco cargada de publicación de datos macroeconómicos relevantes, por lo que los mercados reaccionaran principalmente ante la evolución de la pandemia en Estados Unidos y los rebrotes en Europa. La ausencia de catalizadores macro puede hacer que la semana tenga tendencia bajista, tras el rebote de la anterior.
¿Qué debe hacer el inversor?
El inversor debe estar en el río si quiere pescar. Debe adaptar su táctica de pesca a la corriente del río. Semanas de corrección, como la que podemos tener, son buenas oportunidades para la toma de posiciones siempre respetando el perfil de inversor.