La tasa de paro en Estados Unidos cayó hoy por debajo de la barrera psicológica del 4% por primera vez desde el mes de diciembre del año 2000.
Para hacernos una idea, la última vez que el paro en el país del Tío Sam se situaba por debajo de esta cota George W. Bush todavía no había tomado posesión oficial de la Presidencia del país, las vacas todavía no estaban locas, en la Gran Manzana de Nueva York se erigían dos grandes edificios simétricos que todos conocían como las Torres Gemelas y es imposible saber lo que hizo el EUR/USD aquél día tras conocer los datos de empleo, porque la divisa común europea no entraría en circulación hasta más de un año después.
Hoy, sin embargo, sí sabemos lo que ha hecho el euro tras conocer las cifras, lo mismo que la libra, registrar una oleada de ventas que han terminado de borrar por completo las ganancias anuales y sitúan el saldo frente al dólar estadounidense en terreno negativo.
Ello se produce a pesar de que, en un principio, los datos fueron considerados como bastante flojos, y la primera reacción del mercado, la más automática, fue la venta de dólares, que llevaron al EUR/USD a máximos de la sesión en 1,995 dólares.
Los datos de creación de empleo, si bien aceptables al volver a estar por encima de los 150.000 nuevos puestos de trabajo, se consideraron en un primer lugar como insuficientes ante las mayores proyecciones del mercado y las buenas previsiones adelantadas el miércoles por la consultora privada ADP, que hablaban de un crecimiento por encima de los 200.000 puestos de trabajo.
Asimismo, los datos de la evolución de los salarios reflejaban una desaceleración tanto en su lectura mensual como en la interanual, un hecho que también, a priori, podría haber reducido el apetito por el dólar en favor de sus rivales.
Sin embargo, pensándolo con un poco más de frialdad y cuando poco a poco se fueron incorporando al mercado todos los que habían visto los toros desde la barrera, la contundencia del retroceso de la tasa de desempleo propició la reacción opuesta a la inicial, con una salida en tromba de los inversores del euro y la libra en favor del billete verde, que llevaron al EUR/USD a marcar mínimos de 2018 en los 1,1911 y al GBP/USD a rozarlos en los 1,3487 dólares.
Según entienden los economistas, se puede considerar que el mercado estadounidense se encuentra en una situación de pleno empleo cuando la tasa de paro desciende del 5%, nivel bajo el cual se ha mantenido en los últimos tres años, desde que alcanzase esa cota en mayo de 2015.
Como concepto general, la situación de peno empleo es algo deseable para una economía y es un síntoma de fortaleza del mercado laboral, sin embargo, tiene otros efectos colaterales que pueden resultar perniciosos si no se controlan debidamente como es la inflación.
Si toda persona que desea trabajar tiene un trabajo, significa que la oferta laboral iguala o supera a la demanda y las empresas que quieren reclutar personal deben hacerlo “acudiendo al mercado de fichajes”, si se me permite la comparativa deportiva.
Como sucede inevitablemente cada vez que la demanda supera a la oferta, el precio del producto, en este caso, el sueldo de los trabajadores, se encarece, ya que las empresas deben ofrecer salarios más competitivos para atraer y retener a su mano de obra.
Este aumento de los salarios se traduce a su vez en una mayor alegría en el gasto de los consumidores que, como trabajadores que son, reciben ahora un mayor salario y se lo gastan en productos y servicios. Al igual que sucede con el mercado laboral, esta mayor demanda tiene un efecto en los precios y entonces aparece la temida inflación y la consecuente actuación de los bancos centrales, vía subida de los tipos de interés, para tratar de que la economía no se recaliente.
Pero esto es solo la teoría y del dicho al hecho normalmente hay mucho trecho, especialmente cuando hablamos de la aplicación en el mundo real de los principios económicos. En algunos foros especializados ya se empieza a recordar que, a finales del año 2000, cuando la tasa de desempleo se situaba en los niveles actuales, la inflación se disparaba por encima del 4%.
Esta podría ser una de las razones que expliquen la reacción alcista de un dólar ante unos datos que, en un primer momento, había considerado decepcionantes; sin embargo, cabe destacar también que, si miramos el gráfico del EUR/USD, la cotización tampoco ha hecho nada que se pueda considerar extraordinario.
Quiero dejar claro que yo no soy un analista técnico, ni aspiro a serlo, pero sí que me gusta trazar un par de líneas ingenuas en los gráficos cuando cubro la actualidad para ver si hay alguna cosa especialmente rara o inusual en el comportamiento de un activo o saber dónde debo dejar de escribir porque la información se va a quedar obsoleta a los 20 minutos.
Este es el gráfico que estaba viendo hoy y, como digo, el comportamiento registrado, si bien brusco, tampoco se ha salido de esas dos líneas groseras que dibujo desde mi ignorancia con trazo muy grueso.
Tal vez lo más destacable sea que este movimiento, como mencionaba anteriormente, sí que hizo saltar la alerta que tenía programada para que me avisara cuando llegara a los mínimos del acumulado del año, por lo demás, otra salida en espantada que probablemente se irá suavizando cuando los mercados recobren poco a poco su ritmo habitual post datos.