La sesión de hoy en las bolsas europeas estuvo muy condicionada por el “drama” político que se está viviendo en EE.UU., con los Demócratas a las puertas de iniciar un “juicio político” (impeachment) contra el presidente Trump. En este sentido, la desclasificación de la conversación que mantuvo Trump con el entonces el recién elegido presidente de Ucrania, Zelensky, vino a confirmar que en la misma el presidente de EEUU le pidió ayuda para investigar la actuación del ex vicepresidente Biden en relación a los negocios de su hijo en Ucrania. En los próximos días se conocerán más detalles al respecto para valorar si habrá o no intento de impeachment. Lo que sí parece claro es que tanto Trump como Biden, actual favorito para proclamarse candidato a la presidencia por el partido Demócrata, van a salir “tocados” por este tema.
En este sentido, señalar que los inversores en las bolsas europeas, como antes habían hecho en las asiáticas, se decantaron por reducir posiciones de riesgo desde primera hora del día, lo que llevó a los índices bursátiles de la región a marcar a media mañana sus niveles mínimos del día. La apertura a la baja de Wall Street ayudó poco a estos mercados. Sin embargo, unas nuevas declaraciones de Trump ante la prensa, afirmando que un potencial acuerdo comercial con China estaba más cerca de lo que podría esperarse, declaraciones que entendemos que en gran medida tenían como objetivo desviar la atención sobre el denominado Ukraine-Gate, tuvieron un importante impacto en las bolsas estadounidenses y, por simpatía, en las europeas. Así, los índices estadounidenses se giraron al alza, para cerrar la sesión con avances significativos, cerca de sus máximos del día. Este giro al alza arrastró también a los índices europeos, que en las últimas horas de la sesión recuperaron una parte importante de lo que habían cedido por la mañana, liderados por el positivo comportamiento de los valores más relacionados con el ciclo económico. De esta forma, y una vez más, se vino a demostrar la importancia que dan los inversores al conflicto comercial entre EE.UU. y China.
Señalar, además, que ayer el presidente de EE.UU., Trump, y el primer ministro japonés, Abe, anunciaron un principio de acuerdo comercial -ver detalles en sección de Economía y Mercados-, acuerdo que, aunque aún está por pulir en algunos temas como las tarifas que EEUU impone en la actualidad al sector del automóvil japonés, es una buena noticia para las economías de ambos países e, incluso, para la economía mundial. Se espera que en breve espacio de tiempo EE.UU. anuncie un acuerdo similar con la India.
No obstante, todas estas buenas noticias en el ámbito comercial no creemos que vayan a servir para, al menos en el corto plazo, animar a los inversores a incrementar sus posiciones de riesgo en los distintos mercados. Es por ello que esperamos que hoy las bolsas europeas abran sin grandes cambios y a la espera de conocer cómo se desarrollan los acontecimientos políticos en EEUU, donde el impacto de la “crisis ucraniana” en la campaña presidencial puede terminar siendo más relevante de lo esperado si tanto Trump como Biden ven deteriorarse sus expectativas de acceder a la presidencia. De ser así, la que saldría más favorecida sería la senadora demócrata del ala más izquierdista del partido, Warren, escenario que no gusta nada en Wall Street.
Por lo demás, la sesión presenta una agenda macro interesante, en la que destaca la publicación de la lectura final del 2T2019 del PIB de EE.UU.. Además, el BCE publica hoy su boletín mensual, mientras que su presidente, Draghi, interviene en una conferencia en Frankfort. Cabe destacar, que ayer se supo que la alemana Lautenschläger ha decido abandonar su puesto en el BCE dos años antes de que finalizará su mandato por discrepancias con las últimas medidas de política monetaria acomodaticia implementadas por el Consejo de Gobierno de la institución en su última reunión. Esta renuncia confirma que existen importantes discrepancias dentro del BCE en relación a la política que viene aplicando en los últimos años, política que, como ya señalamos en su momento, vemos difícil que logre sus objetivos de impulsar la inflación al alza y de revitalizar el crecimiento económico sin el apoyo de las políticas fiscales de los distintos países de la Eurozona, políticas fiscales que, además, deberían ir acompañadas de importantes reformas estructurales.