No podría haber llegado en un momento más inoportuno para la OPEP y los alcistas del petróleo que viven del cartel, pero China ha comenzado a reducir sus compras de crudo, de la misma manera que ha ralentizado sus importaciones de cobre.
La reducción es pequeña por ahora, sólo de un 3% entre enero y junio, en términos anuales. Sabemos que esto por sí solo no bastará para hacer colapsar un mercado petrolero que ha subido un 50% en lo que va de año. Pero también sabemos que, cuando el segundo comprador más grande del mundo restringe su demanda de cualquier cosa, eso nunca es nada bueno.
La OPEP+ agrupa a los 13 miembros originales de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) liderados por Arabia Saudí, con 10 productores de petróleo liderados por Rusia. La alianza de 23 naciones lleva sumida en el caos desde principios de julio, ya que los principales miembros de la OPEP, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), no han podido ponerse de acuerdo sobre los niveles de producción a partir de agosto.
Se suponía que la OPEP+ había acordado un aumento de al menos 400.000 barriles al día a partir de agosto.
La propia OPEP interrumpió el repunte del petróleo
Hasta la disputa entre Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, el petróleo había experimentado un repunte casi perfecto, subiendo el crudo estadounidense un 57% en el conjunto del año y el Brent del Reino Unido casi un 50% con la unidad de modelo de producción de la OPEP. La alianza de productores comenzó reteniendo 10 millones de barriles diarios fuera del mercado para recuperar los precios prácticamente destruidos por la pandemia del coronavirus.
La OPEP+ había comenzado a aumentar la producción en los últimos meses, sólo ligeramente. Hasta ahora, ha privado a los compradores de casi 6,0 millones de barriles de capacidad diaria en un mercado que podría estar hambriento de suministro al comenzar la temporada estival de demanda energética máxima. Esto es lo que propició el repunte del petróleo de -40 dólares por barril de crudo estadounidense en el apogeo de la pandemia del COVID a los alrededor de 75 dólares actuales. Si bien el mercado sigue siendo optimista, también se ha vuelto mucho más volátil desde el desastre de la producción de la OPEP en agosto.
Pero los problemas del petróleo no se limitan sólo a la OPEP.
La propagación de variantes del coronavirus y el acceso desigual a las vacunas amenazan la recuperación económica mundial, según advirtieron el sábado las autoridades financieras de las grandes economías del G-20. Aunque el sudeste asiático y Australia han sido el foco de las nuevas variantes, las capitales occidentales tampoco se han librado.
Entra China, el “bajista silencioso”
China ha emergido como la tercera fuerza negativa contra el petróleo, así que las perspectivas sobre la demanda se han vuelto más cuestionables. El país no es sólo una animadora de superciclos de materias primas; también puede ser un bajista silencioso cuando los precios no están yendo como les gusta o están perjudicando a su economía.
Tomemos por ejemplo la historia del cobre.
El repunte del cobre de la Bolsa de Metales de Londres este año fue enorme, pero hubo algo aún mayor: la compresión de precios de China.
Después de que el metal base más demandado del mundo alcanzara máximos históricos en 10.746 dólares por tonelada en la Bolsa de Metales de Londres el 10 de mayo, su principal comprador decidió que ya era suficiente.
La historia del cobre es un buen recordatorio de lo que China puede hacer
Antes de la contracción de China, el cobre de la Bolsa de Metales de Londres disfrutó de un repunte casi ininterrumpido entre abril de 2020 y mayo de este año. Y China siguió comprando hasta el final. La diferencia fue el precio del cobre, que se situó en menos de 5.200 dólares por tonelada en la primavera del año pasado. Para esta primavera, se había más que duplicado.
La moderación del mercado del cobre por parte de China ha hecho bajar un 12% los precios desde los máximos históricos registrados en mayo en 10.746 dólares, situándose los futuros a tres meses del metal en alrededor de unos escasos 9.400 dólares en la Bolsa de Metales de Londres el martes.
Entonces, ¿qué más puede hacer China con el petróleo?
Pekín también ha hecho mucho por tratar de enfriar el mercado, dijo Osama Rizvi, analista de energía de Primary Vision Network.
En una publicación en un blog a principios de este mes sobre por qué el petróleo podría no alcanzar los 100 dólares por barril a pesar del actual auge de la demanda, Rizvi citaba a China como un factor importante.
Conclusión: El inmenso poder de China para influir tanto en la demanda como en los precios de cualquier cosa nunca debe ignorarse.
Descargo de responsabilidad: Barani Krishnan utiliza una serie de puntos de vista aparte del suyo para aportar diversidad a su análisis de cualquier mercado. En pos de la neutralidad, presenta opiniones contrarias y variables de mercado. No tiene participaciones ni mantiene una posición en las materias primas o valores sobre los que escribe.