“En conjunto la semana se presenta movida y podría dar sorpresas (positivas). Los riesgos geopolíticos ya son de sobras conocidos. Si se moderan, y al mismo tiempo la crisis de Ucrania no se intensifica, sería algo que no está descontado en el mercado. En cuanto a la situación técnica, aún es frágil, pero los pesimistas ya dominan, lo que suele ser un buen indicador contrario”.
Claves de la próxima semana:
Seguimos con la pregunta: ¿se mueven China y EE. UU. acercando posiciones en su pugna comercial? La cumbre del G-20 en Buenos Aires, con cuyo resultado empezarán los mercados la nueva semana, sería una buena ocasión para ello. Unas señales de relajación del conflicto comercial reducirían los riesgos económicos y deberían dar impulso a los mercados. Es una posibilidad realista, aunque las declaraciones previas procedentes de la Casa Blanca tengan otro tono. Al fin y al cabo, las disputas comerciales son una situación en la que todos los implicados pierden. Aumentar la presión primero para conseguir unos resultados de la negociación también puede ser una estrategia.
Aparte de los asuntos políticos destacados, en la próxima se publican de nuevo algunos indicadores económicos que deberían sin duda de provocar movimiento. La atención se centrará sobre todo en los indicadores adelantados, y de entre ellos, en el índice de gestores de compras. El primero será el índice Caixin de gestores de compras del sector manufacturero de China (lunes). Últimamente se ha mantenido a duras penas por encima del umbral de expansión de 50 y no sería de extrañar que cayera por debajo. Ese mismo día se publicará también el índice ISM de gestores de compra de EE.UU. Hace poco registró un ligero retroceso, pero no es más que un leve recorte, ya que se encuentra con creces por encima del umbral de expansión, y una moderación también podría considerarse una señal de alivio de la presión inflacionista.
El miércoles se publicarán varios índices más de gestores de compras de la zona euro. El jueves destacan los nuevos pedidos de la industria alemana. En el tercer trimestre el producto interior bruto alemán sufrió una caída, y ahora se verá si no se trató más que de un resbalón. En cambio, el dato de las solicitudes existentes de subsidio por desempleo de EE.UU. (también el jueves) debería de ser intrascendente, dada la buena situación del empleo.
Lo mismo vale para el índice de confianza de los consumidores de EE.UU. de la Universidad de Michigan, previsto para el viernes: según sus niveles, los consumidores estadounidenses se encuentran en una situación de euforia que recuerda los años del boom del cambio de milenio. Lo que sorprendería sería un fuerte retroceso.
