Este artículo se publicó en inglés el día 20 de agosto de 2020
Aumenta la evidencia de que los precios del petróleo podrían bajar en los próximos meses. Aunque la creencia popular desde marzo ha sido que se observaría una ininterrumpida aunque lenta recuperación, nos estamos dando cuenta de que ése podría no ser el caso. A continuación se explica por qué los precios del petróleo podrían bajar:
Positivas cifras de demanda; escaso impacto últimamente
En los últimos meses, los precios se han mantenido bastante estables. En líneas generales, el Brent ha permanecido algo por debajo de los 46 dólares por barril, y el WTI se ha mantenido estable entre 40 y 43 dólares por barril.
La buena noticia para los precios del petróleo ha sido que en las últimas cuatro semanas, la Administración de Información Energética ha reportado descensos en la cantidad de petróleo almacenado. Sin embargo, los precios del petróleo no han subido y cada semana esos descensos son cada vez más pequeños.
El almacenamiento de petróleo estadounidense descendió en 10,6 millones de barriles la semana que concluía el pasado 24 de julio y en 7,4 millones de barriles la semana que concluía el 31 de julio. La semana siguiente, las reservas de petróleo de Estados Unidos descendieron en 4,5 millones de barriles y durante la semana que concluía el 14 de agosto, descendieron en sólo 1,6 millones de barriles.
Ahora, si las reducciones de producción de petróleo disminuyen aún más o se detienen por completo, los precios podrían bajar.
Las compras chinas de petróleo estadounidense disminuirán
Las exportaciones de crudo de Estados Unidos a China también han recibido un impulso recientemente, pero esto podría cambiar.
En agosto, las exportaciones de crudo estadounidense a China alcanzaron máximos históricos. Aparentemente, China se ha visto motivada a aumentar las compras para mostrar sus esfuerzos por cumplir con su acuerdo de comprar 25.300 millones de dólares de combustible estadounidense.
China aumentó sus compras de crudo estadounidense antes de una revisión prevista del acuerdo comercial el pasado mes de agosto. Sin embargo, como el precio del petróleo es tan bajo, China básicamente no tiene manera de cumplir realmente su compromiso de compra de combustibles estadounidenses en dólares en el marco del acuerdo comercial, por lo que es probable que, una vez que se produzca la revisión del acuerdo comercial, China ralentice sus compras de petróleo estadounidense.
Cuanto más petróleo le compra China a Estados Unidos, mejor pinta tienen las cifras de Estados Unidos. Las cifras estadounidenses tienen una gran influencia sobre el precio del petróleo debido al volumen de la producción de Estados Unidos, la transparencia del mercado estadounidense y la perspectiva centrada en Estados Unidos de muchos traders. Por lo tanto, una reducción de estas compras tendría un impacto negativo en los precios del petróleo.
El crecimiento de la demanda de EE.UU. podría ralentizarse
La demanda de gasolina de Estados Unidos normalmente se ralentiza en septiembre cuando termina la temporada estival de conducción, aunque los viajes se han visto restringidos en el verano de 2020 debido al virus.
El aumento de viajeros este otoño será nulo pues una cantidad considerable de la población está sin trabajo o trabajando desde casa y muchos centros educativos aún no han reabierto. Las refinerías de Estados Unidos normalmente interrumpen su actividad durante algunos períodos del otoño para llevar a cabo servicios de mantenimiento y no hay ninguna indicación indicios de que planeen posponer este proceso. Esto afectará a los datos semanales de la Administración de Información Energética, ya que las refinerías sacarán menos petróleo crudo de las reservas y consumirán menos petróleo crudo en general debido al mantenimiento.
En conclusión
En Estados Unidos, así como en Australia, partes de Europa y otros lugares, el regreso a la actividad normal está siendo limitado en parte por el miedo. Hay que debatir cuánto debe hacer una sociedad para hacer frente a las cuestiones relacionadas con el coronavirus. Suecia ha mantenido su economía abierta. Otras partes del mundo se cerraron casi en su totalidad. Pero ahora tenemos que considerar que incluso después de que concluyan las respuestas del Gobierno, el pueblo podría seguir teniendo demasiado miedo para volver a la normalidad inmediatamente.
Franklin Tempazleton ha publicado un estudio crucial sobre este tema. Llevamos meses diciendo que la recuperación del petróleo (y la economía) se materializará en tres partes:
1. Superar el virus y las respuestas del Gobierno
2. Superar los temores de la población, y
3. Superar el daño económico residual.
El suministro de petróleo de la OPEP y Rusia se mantendrá estable o aumentará ligeramente. A menos que Estados Unidos experimente un repunte importante de la actividad industrial y económica o que la producción estadounidense se contraiga aún más, es probable que la demanda de petróleo se aplane o incluso descienda a medida que se acercan el otoño y el invierno. En este caso, los precios parecen estar a punto de caer según llegamos al final del tercer trimestre y nos encaminamos hacia el cuarto trimestre.
Otro evento que podría ejercer una presión positiva sobre los precios del petróleo sería una victoria del exvicepresidente Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. En los últimos años, Estados Unidos ha sido habitualmente el mayor productor mundial de petróleo, pero a muchos de los aliados políticos de Biden les gustaría ver importantes descensos de la producción estadounidense, particularmente de petróleo de esquisto y petróleo offshore. Una nueva política energética demócrata aumentaría la posibilidad de que se reduzca significativamente la producción.