Me da la sensación de que estos días, mucha gente opta por poner todas las manzanas en una misma cesta: el informe de empleo no agrícola el viernes en Estados Unidos.
Cierto, es un dato muy importante y, como siempre, seguramente será volátil, pero no creo que vaya a salvar al dólar a corto plazo…
Este índice es solo una parte de las muchas piezas que forman la economía estadounidense, y el mensaje que nos llega de las otras piezas nos dice que las cosas no pintan tan bien como se espera. Durante el último mes, las noticias no han sido demasiando alentadoras… La industria se ha contraído, como vimos en los nuevos pedidos y precios. Solo el índice de empleo mantiene la cabeza fuera del agua.
El gasto en construcción se ha elevado, pero menos de lo esperado, no ha dado muestras de estabilidad durante los últimos seis meses y ha estado pasando de positivo a negativo, o al revés, en varis ocasiones. Los permisos de construcción también han bajado.
Los beneficios corporativos durante el primer trimestre del año han caído un 5,2% en relación con el trimestre anterior, lo cual se desvió un 3,9% de las previsiones.
El gasto del consumidor y las ventas por PIB han subido, pero solo un poco, mientras que el sentimiento del consumidor ha subido 0,8 puntos.
Hoy aún deben salir algunos datos, pero aunque sean positivos, apuntarán a una economía débil.
Y a hora hablemos del gran dato de la semana: el de empleo no agrícola. El dato general es una cosa, pero lo que nos interesa son los detalles. Ya veremos qué sale. Creo que el informe será positivo, lo que dará un empujón temporal al dólar. Creo que hay demasiados datos que hablan en contra de una recuperación, de modo que lo positivo seguramente no durará demasiado.
Así que éste será mi plan de trading cuando llegue el gran día: a menos que el informe de empleo muestre una cifra sorprendente, voy a vender en todos los rallies de dólar. Utilizaré mi teoría de la goma elástica, y vigilaré los niveles técnicos que podrían detener las acciones.