El lunes de la pasada semana abría mi análisis indicando que la pandemia había tomado protagonismo en el mercado, un aspecto que se ha exacerbado esta semana con la aparición de nuevas variantes del covid que provocaron un verdadero “black friday” en el mercado. La propagación de nuevas variantes han hecho aumentar los temores a nuevas restricciones y de mayor calado. Mayores restricciones supondría un freno al ritmo de crecimiento actual e impactaría directamente en la cuenta de resultados de determinadas compañías. Compañías que han ayudado al rally bursátil de este año y cuya valoración estaría ahora en duda si sus beneficios futuros se ven penalizados. La bolsa europea registró las mayores caídas semanales, el Eustoxx50 perdió un 6,13% en las semana y el IBEX 35 vivió su peor semana desde hace 17 meses arrastrado por el sector turístico y financiero. Al otro lado del charco el S&P 500 retrocedió un 2,20%. La deuda sirvió de refugio reduciéndose sus TIRes.
Aunque no nos guste admitirlo vamos encaminados a mayores restricciones. En Europa las olas de pandemia se están extendiendo, la vacunación reduce el riesgo de hospitalización y de ingreso en unidades de cuidados intensivos y por ende, el riesgo de morir de COVID 19, pero el nivel actual de vacuanción no es tan determinante con la tasa de contagio. Aumento de contagios supone confinamiento y por lo tanto restricciones. Ahora nos encontramos con una nueva variante cuyo contagio parece ser más rápido e incluso sus efectos pueden ser diferentes a los paliados por las vacunas actuales. Esto puede suponer un mayor freno en la actividad económica. Es por lo tanto normal que hayamos visto caídas superiores al 10% en el precio del petroleo y que probablemente se reproduzcan esta semana. Al igual que sucedió en febrero de 2020 anticipan una ralentización de la actividad económica, con seguridad no tan dramática como la de aquella ocasión.
Esta situación va a multiplicar la búsqueda del confort por la liquidez a corto plazo. Es un fenómeno que ya se vivió en marzo de 2020, aunque en esta ocasión el respaldo de los bancos centrales y la buena situación de las compañías no provocará un “sell out”, pero sí una reducción de riesgos generalizada. Definitivamente el mes de diciembre apunta a corrección. Podemos ver caídas en el S&P 500 hasta los niveles de finales de septiembre, cómo mínimo, esto supondría una caída del 7% sobre los niveles actuales.
Los datos macro como el desempleo, los PMIs o los índices de confianza, que se conocerán esta semana, van a perder brillo y, aunque no sean malos, la evolución de la semana dependerá de la expansión de la nueva variante y las restricciones que se anuncien por parte de los estados.
Hasta aquí la visión para el corto plazo, para hablar del medio y largo plazo me gustaría recordar la teoría sobre las glaciaciones. La tierra ha sufrido cinco periodos de glaciación. Para congelar la tierra se necesita de una gran energía. ¿Como pueden suceder estos ciclos? Hubo muchas teorías pero difícilmente justificaban cinco glaciaciones. Finalmente la teoría que hoy sabemos que es precisa indica que la atracción gravitatoria del Sol y la Luna afecta al movimiento de la tierra y la inclina hacia el Sol. Durante partes de este ciclo, que puede durar decena de miles de años, cada hemisferio recibe un poco menos o un poco más radiación solar de la habitual. Esto nos hace pensar que cuando la inclinación de la tierra producía inviernos más fríos era cuando se producía el ciclo de glaciación. Error! Este tipo de pensamiento es el que nos lleva a interpretar erróneamente los ciclos bursátiles. En realidad son los veranos moderadamente fríos y no los inviernos fríos los que eran los culpables de la glaciación. Si un verano no es lo suficientemente cálido como para derretir las nieves del invierno, cada invierno se acumulará más nieve sobre el del anterior. La nieve perpetua refleja una mayor cantidad de rayos de sol, lo que potenciará el enfriamiento y más nieve el invierno siguiente. Aquí tenemos la glaciación.
Aplicado a los mercados, no importa que los inviernos sean extremadamente fríos mientras los veranos sean los suficientemente calientes. Podemos vivir una corrección, un invierno, fuerte en el corto plazo pero los fundamentales, el verano, siguen siendo buenos y los periodos al alza son todavía suficientemente largos y fuertes como para afirmar que el ciclo alcista continua y que el ciclo glacial no ha llegado. La visión a medio y largo plazo sigue siendo positiva para bolsas y vuelvo a insistir las correcciones son oportunidades que se pueden aprovechar si estamos en liquidez o para poner a prueba nuestra habilidad para el trading, si estamos invertidos.
Las citas económicas relevantes de esta semana son:
Lunes: IPC de España. Confianza de los consumidores y empresas en la zona euro. Conferencia de Powell, presidente de la Fed.
Martes: PMIs de China. IPC de la zona euro.
Miércoles: PMI manufacturero de la zona euro y EE.UU.
Jueves: Desempleo en España y en la zona euro. Nuevas peticiones de subsidio de desempleo en EE.UU. El Tesoro español subastará obligaciones a 15 años.
Viernes: PMI de servicios en la principales economías mundiales. Datos de empleo en EE.UU.