El Banco Central de China (PBoC por sus siglas en inglés) pudo haber desatado una guerra a nivel internacional esta semana. Aunque en éste enfrentamiento no se dispare una sola bala, será un conflicto de escala internacional. Es una vieja jugada del libro, la estrategia mas utilizada por los bancos centrales a la hora de reanimar una economía, devaluar la moneda.
Así lo hizo el banco central chino cuando sorprendió al mundo devaluando su moneda frente al dólar y fijando la tasa de cambio en 6,4 yuanes. Recordemos que en aquél país la tasa de cambio es fijada por el Gobierno.
Pero la pregunta es: ¿Por qué un gobierno devalúa intencionalmente su moneda? La respuesta es aparentemente simple; el Banco Popular de China busca inyectarle liquidez a su economía para intentar apaciguar los rumores de una posible crisis en el gigante asiático. Es el mismo proceso que ha venido aplicando la Reserva Federal (Fed) con el famoso QE o alivio cuantitativo, así como el Banco Central Europeo con la compra de bonos anunciada en enero por el señor Draghi.
En general, muchos otros países han optado por esta opción siguiendo el derrotero que la Fed había marcado unos años atrás. China, que ha venido presentando crecimientos anuales del PIB no inferiores al 7%, se muestra preocupado por la potencialmente peligrosa coyuntura que padece.
Su bolsa de valores continúa registrando una fuerte tendencia a la baja, además que el crecimiento de su economía ha sido ligeramente inferior al 7% durante el segundo trimestre del presente año, según cifras oficiales, aunque éstas hayan levantado dudas respecto su veracidad. La desaceleración en China podría ser mayor a la que se cree.
Ahora, es cierto que la recurrente medida de devaluar la moneda parece ser lo mas beneficioso para cualquier economía. Favorece el consumo, incentiva la industria local, genera empleo, hay mas gasto, aumentan las exportaciones y en general genera mas confianza aunque dispare la inflación. Para éste país, detener la caída de las exportaciones adquiere vital importancia por el significado que éstas tienen en su economía.
Sin embargo, cuando un gigante demográfica y económicamente como lo es China opta por devaluar su moneda, levanta grandes olas que se hacen sentir en varias economías a nivel mundial, y cuyas consecuencias podrían desatar la famosa “guerra de divisas”. El ejemplo mas fácil de entender es el dólar estadounidense que actualmente se encuentra en un plan de devaluación hace ya unos años. La Reserva Federal había sido consecuente en que un incremento en los tipos de interés se daría éste año.
Sin embargo, frente a la reciente devaluación del renminbi, mas conocido como el Yuan, hace que sea difícil que esa decisión se concrete finalmente. Para la industria exportadora y también para las grandes cadenas americanas sería un duro golpe ya que se incrementan los costos locales y se disminuye los ingresos internacionales. Así lo entendió el mercado, el Índice dólar que mide a la monea del Tío Sam frente a sus paridades mas importantes presentó una semana bajista con fuertes caídas durante el lunes y martes debido a las devaluaciones que se anunciaban en Pekín.
Las decisiones que tomó el banco central chino pueden significar la reanudación de la denominada guerra de divisas generando una ola de devaluaciones de monedas a nivel mundial en busca de contrarrestar el golpe que para su industriales puede significar. Si les van a pagar menos, tengo que ayudarlos a que las cosas también les cuesten menos, sería el análisis que hacen muchos bancos centrales para darles la mano a las empresas locales y proteger sus respectivas economías.
Esta dinámica tendría efectos desastrosos para la economía mundial, y así lo vimos durante la década de los 30 cuando éste fenómeno se presentó en varios países cuyos bancos centrales buscaban financiar la guerra. Como diría un miembro de la reserva federal alguna vez, “devaluar una moneda es como orinarse en la cama. Se siente bien en principio, pero muy pronto todo se vuelve un desastre”.