En muchos artículos hemos hablado acerca de los flujos de capital entre los mercados desarrollados y los mercados emergentes. Durante años también hemos tenido flujos de capital en forma de oro. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la dirección aquí es ligeramente diferente: la mayor parte del oro va de occidente a oriente.
El aumento de la demanda de oro entre los dos principales actores en el este, es decir, China y Rusia, es claramente visible. Sin embargo, es difícil comparar la escala de actividades con precisión, ya que ambos países recogen oro (al menos oficialmente) de una manera un poco diferente. En el caso de Rusia, la situación es mucho más clara.
El banco central recolecta oro a un ritmo impresionante, lo que se traduce en una creciente participación de este metal precioso en las reservas rusas. El siguiente gráfico muestra que el valor del oro en manos del Banco de Rusia ya representa aproximadamente el 17% de las reservas totales de este país. ¡Es el nivel más alto desde mediados del año 2000! En comparación, el Banco Central Europeo (BCE) es solo del 3%.
Rusia ahora tiene 1.800 toneladas de oro, lo que representa un aumento del 200% desde el estallido de la última crisis financiera.
Es de destacar que los rusos han logrado aumentar significativamente sus reservas de oro incluso a pesar de los problemas económicos causados por los precios excepcionalmente bajos del petróleo y el gas natural.
La situación en China es diferente. Su gobierno está poniendo gran énfasis en el aumento de las reservas de oro, pero todo esto se hace extraoficialmente. Pekín no quiere (al menos no ahora) hacer que la información sobre grandes compras de oro provoque a un aumento en los precios de los metales preciosos.
Es muy difícil estimar cuánto oro poseen los chinos. Las reservas oficiales ascienden a 1.800 toneladas, pero mucho más poseen los bancos comerciales que dependen del Gobierno. Echemos un vistazo a cuánto oro ha terminado en China en los últimos años (no solo en el banco central, sino también en manos de los ciudadanos).
El siguiente cuadro lo resume:
- Oro importado a China
- Oro extraído en China (casi todo se queda en el país)
- Oro en forma de joyas.
Las reservas del Banco Popular de China se han estimado, de manera muy conservadora, en 4.000 toneladas de oro.
Los datos muestran que al menos 20.000 toneladas de oro están actualmente en manos de China (en propiedad tanto de organizaciones estatales como de ciudadanos). A su vez, la cantidad de oro importada a China desde la última crisis financiera es de al menos 8.000 toneladas.
Por supuesto, China y Rusia no son los únicos bancos centrales en el este que han comprado oro en los últimos años. Una táctica similar ha sido elegida entre otros por Turquía y Kazajstán. Como resultado, desde la última crisis la cantidad de oro en manos de los bancos centrales aumentó en más del 10%, principalmente debido a los países del este.
Fuente: asia.nikkei.com
Como se puede ver, el proceso de importación de oro por oriente ha estado sucediendo desde hace varios años, y afecta tanto a los bancos centrales como a los ciudadanos de a pie (el oro es extremadamente popular entre los chinos y los turcos). Debe señalarse que la inestable situación geopolítica (el problema con el Brexit, la crisis migratoria, los eventos en Cataluña, la caída de los bancos europeos, etc.) hizo que la popularidad del oro también aumentará en nuestra frontera occidental.
Según el World Gold Council, solo en 2016, los ciudadanos alemanes invirtieron 6.800 millones de euros en monedas de oro, lingotes y ETF que proporcionan exposición al oro. En esta ocasión se realizó una encuesta con la participación de 2.000 inversores alemanes.
Puede que os sorprenda su manera de pensar:
- El 59% de los encuestados estuvo de acuerdo en que a largo plazo el oro nunca pierde su valor.
- El 48% de los inversores ha reconocido que tener oro los hace sentir más seguros al pensar en el largo plazo.
- El 42% de los encuestados confirmaron que confían en el oro más que en las monedas nacionales.
Especialmente digno de mencionar es el último punto. Hace algunos años, el oro se denominaba con frecuencia "reliquias bárbaras". Desde hace mucho tiempo vienen produciéndose subidas de la bolsa, los bienes inmuebles y las cripto-monedas, pero ahora por los eventos que están ocurriendo mientras tanto (la crisis monetaria, los problemas de los bancos comerciales, ruptura de burbujas en los bonos, tensiones geopolíticas, creciente proteccionismo) hacen que algunas personas se den cuenta de que el sistema está a punto de caer.
Por otro lado, el comportamiento de los bancos centrales que acumulan el oro confirma que después de otra gran crisis y el cambio a los Derechos Especiales de Giro (en inglés SDR), el oro continuará desempeñando un papel importante en el sistema. La fortaleza de la moneda de cada país probablemente dependerá en parte de la cantidad de oro que se tenga. Este es un consejo aplicable para inversores cautelosos.
El oro a corto plazo
Hemos avanzado un poco más en el futuro, pero los inversores no solo están interesados en las perspectivas del oro para los próximos años, sino también para las próximas semanas. Estudiémoslo.
A día de hoy, el precio del oro es un 8,5% más alto que a principios de año. El resultado sería mejor si no fuera por la última ola descendente que llevó al metal dorado a alrededor de 1.270 dólares por onza. Aquellos inversores que tienen una alta proporción de capital invertidos en metales preciosos y compañías mineras pueden estar de mal humor, pero en nuestra opinión la situación actual es una oportunidad de inversión, ya que en el horizonte podemos observar ciertas señales que predicen otra compra masiva del oro y la plata.
1. Inflación con un enfoque especial en el petróleo
La alta inflación en sí misma no siempre implica un aumento en el precio del oro. Otra cosa distinta es cuando la inflación es significativamente más alta que las tasas de interés (es decir, tenemos tasas de interés reales negativas). En tales períodos, el oro resultó ser una buena inversión y esta vez es similar.
Las tasas de interés se mantienen en niveles históricamente bajos y las pequeñas alzas de las tasas en los EE.UU. han influido muy poco. Entonces tenemos las tasas de interés reales negativas, pero la inflación aún no ha dicho su última palabra. Una noticia de los últimos días confirma esta creencia.
Algunos de vosotros ya sabréis que en Arabia Saudí, el gobernante Salman ibn Abd al-Aziz as-Saud y su hijo y sucesor Muhammad ibn Salman han encarcelado a numerosos ministros. Como se puede ver, el futuro gobernante de Arabia Saudí ya se está ocupando de la consolidación de su poder. A su vez, las palabras del fiscal general sugieren que esto es solo el comienzo de una purga más grande.
La agitación política en Arabia Saudí, un importante productor de petróleo, ha provocado que los precios de las materias primas hayan aumentado inmediatamente y que se hayan situado en el nivel más alto durante dos años. Debido a la enorme importancia del petróleo en la economía mundial, muchas otras materias primas también se han encarecido. Se puede suponer que después de una subida tan rápida vendrá una pequeña corrección.
Por otro lado, los productores de petróleo se reunirán este mes. El heredero saudita al trono está optando por la extracción limitada de la materia prima, igual que Kuwait e Iraq. La reunión también tendrá lugar en Rusia, que también cuenta con mayores precios del petróleo. Las posibilidades de que el precio del oro negro caiga nuevamente por debajo de los 50 dólares son cada vez menores. Esto a su vez significa una mayor inflación, tasas de interés fuertemente negativas y un retorno de algunos inversores hacia los metales preciosos.
2. El yen japonés y el oro
Hasta hace poco, el oro y el comportamiento del yen frente al dólar estaban perfectamente correlacionados. Cuando el yen se debilitó, el precio del oro cayó. Cuando la moneda japonesa subió, el lingote se comportó de manera similar. La correlación se confirma en la siguiente tabla en la que el tipo de cambio del yen respecto al dólar (JPY/USD) se ha resaltado en negro (la escala derecha), mientras que el precio del oro está en azul.
Por supuesto, el impacto del debilitamiento del yen fue provocado por el Banco de Japón, que a toda costa trató de devaluar su propia moneda.
En agosto de 2016, el Banco de Japón anunció que el objetivo era mantener los rendimientos de los bonos a diez años en el 0%. Eso significa que van a aumentar la masa monetaria siempre cuando haga falta (por cierto, también el precio del oro).
De hecho, el oro ha tenido algunos meses débiles, pero en 2017 empezaron a suceder cosas realmente interesantes (nuevamente JPY/USD en negro, oro en azul - gráfico a continuación).
Unos meses después del aumento de la masa monetaria sin restricción del Banco de Japón, el precio del oro comenzó a separarse del curso JPY/USD, manteniéndose la moneda japonesa más fuerte. La correlación generalmente se conservó, pero varias veces se vieron casos en que el lingote resistió los ataques del Banco de Japón. Uno de esos momentos ocurrió hace una semana cuando los japoneses fueron atacados nuevamente y el oro subió.
Nuestra teoría es la siguiente: muchas cosas en los mercados financieros van de acuerdo con la voluntad de los banqueros centrales, pero no tienen una autoridad absoluta. La confirmación es la "rebelión" del oro este año.
3. Política de la Fed y otros bancos centrales
Recientemente nos hemos encontrado con el sucesor de Janet Yellen. Jerome Powell será nombrado presidente de la Reserva Federal (Fed).
Parece que elegir a Powell es una continuación de la política actual de la Fed, ya que no se han dado casos en los que el nuevo presidente se haya opuesto a Yellen en alguna situación. El futuro presidente de la Fed se opone a las propuestas de John Taylor, que harían que las tasas de interés dependiesen del crecimiento económico y la inflación.
Tal concepto significaría mayores costes para los créditos que están actualmente en vigencia. Como mostramos en el artículo "Los bancos centrales roban a la clase media", el uso del concepto de Taylor podría salvar la riqueza de muchas personas.
El mensaje es simple: se necesita un hombre que regrese a tasas de interés cero en el caso de una situación de emergencia o que inicie otra ronda de reimpresiones de divisas (o ambas).
Ahora configuremos esta información con la situación actual. Los precios de muchos activos, entre ellos el oro, ya incluyeron el aumento de las tasas de interés de diciembre. Oficialmente, la Fed depende principalmente de la situación del mercado laboral y la inflación (2%). Por supuesto, los datos oficiales no tienen mucho que ver con la realidad pero tenemos que basarnos en algo. La situación real en el mercado laboral cumple con los requisitos para un mayor aumento de las tasas de interés, mientras que la inflación ha caído del 1,9% al 1,3% en 2017.
A pesar del bajo nivel de inflación, el mercado cree que se producirá una próxima subida de las tasas de interés. Si esto sucede, no se producirá un debilitamiento en el oro ya que ya hubo varias anteriormente. Sin embargo, si el Fed cambia de opinión, veremos un debilitamiento del dólar y ganancias para el oro.
En cualquier caso, debemos entender que lo que está sucediendo en los Estados Unidos se trata de un mero aumento del 0.25%. En el caso del BCE o el BoJ, es casi seguro que no habrá ninguna subida.
Obstáculos a los metales preciosos
Por supuesto, hay factores que pueden reducir o retrasar la popularidad del oro y la plata entre los inversores. En primer lugar, hablamos de la manipulación en el mercado, siempre que el precio oficial de los metales dependa de certificados de papel comercial, siempre que los bancos de inversión más grandes puedan controlar los precios del oro y la plata.
Otro factor es el mercado alcista actual. Como muestran los datos, el nivel de optimismo entre los inversores es muy alto. El aumento de Nvidia (NASDAQ:NVDA), Netflix (NASDAQ:NFLX), Apple (NASDAQ:AAPL) y Amazon (NASDAQ:AMZN) está influyendo en la conciencia de la multitud, que también pide créditos para comprar acciones (ahora el valor total de la deuda es de 550.000 millones de dólares). Como resultado, menos personas prestan atención a las materias primas infravaloradas o solo a los metales preciosos.
Los efectos del alza son aún más evidentes en el mercado de las criptomonedas, donde un bitcoin actualmente vale más de 7,000 dólares. Vemos las criptomonedas como un activo que reduce el alza de los metales nobles por dos razones.
En primer lugar, la capitalización total de las dos principales criptomonedas es de casi 150.000 millones de dólares, por lo que la fuerza de impacto está aumentando y tomando capital de otros mercados. En segundo lugar, cada vez es más popular decir que el bitcoin es el nuevo oro. Curiosamente, los ciudadanos puertorriqueños se han visto privados recientemente de electricidad durante mucho tiempo y las compras de alimentos o medicinas se han realizado únicamente con dinero en efectivo o a través de trueques.