Los datos provisionales del PMI para la zona euro de ayer dan que pensar, sumándose a la presión bajista en las acciones y dando por ende al dólar un impulso. Es interesante el contraste de las lecturas entre Alemania y Francia. En el primer caso, fue el sector manufacturero el que se comportó débilmente en Abril, cayendo desde 48.4 hasta 46.3. Los pedidos de exportación se vieron particularmente afectados, con una evidente debilidad de la demanda de los países periféricos de la zona del euro. Por el contrario, los servicios se mantuvieron por encima del nivel de 50.0, séptimo mes consecutivo.
En Francia, fue al revés, sector servicios mucho más débil de lo esperado, 46,4 (desde 50,1). Encontramos otras razones para no estar demasiado alegres también en Italia, sobre todo viendo la confianza del consumidor caer al nivel más bajo desde que comenzó la serie en el año 1996. Esto quizá no sea tan sorprendente, dada la presión que Monti está poniendo sobre la economía con sus políticas de austeridad. Por otra parte, el Banco de España ha estimado que el PIB se contrajo un 0,4% en el primer trimestre, lo que pondría al país de nuevo en un escenario de recesión técnica.
De nuevo, esto no es ninguna sorpresa, la Comisión Europea preveía una contracción del 1% este año, pero esto era antes de los últimos anuncios del presupuesto español, por lo que un descenso en el entorno del 2-3% ahora es más probable. En otras zonas geográficas, los datos de esta noche para China (PMI) y Australia (producer price inflation) se han sumado a un tono más sombrío. La reacción en los mercados de divisas refleja que estamos viendo un movimiento “risk-off “, la firmeza del dólar frente a la mayoría de los majors, a excepción del yen, con el USD/JPY en niveles de 81,00.