Nada más publicar la Reserva Federal su anuncio de política monetaria de ayer eliminando la palabra "paciente”, el mercado de valores se disparó.
Pero una lectura exhaustiva del anuncio muestra que las autoridades están menos impacientes por empezar a recortar los tipos que gran parte del mercado.
El anuncio mantiene la referencia a una expansión sostenida, un mercado laboral robusto y la inflación cerca de su objetivo como los resultados más probables, pero en lugar de concluir —como hacía tras la reunión anterior— que la paciencia estaba justificada, señaló que "ha aumentado la incertidumbre acerca de estas previsiones".
Aumentado hasta el punto de que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) sigue observando el panorama muy de cerca y "actuará según proceda para sostener la expansión".
Las previsiones del gráfico de puntos muestran que la comisión está dividida, y la decisión de recortar los tipos de interés a finales de este año está en el filo de la navaja.
Ocho de los 17 responsables de la política monetaria prevén al menos un recorte este año, y siete de ellos creen que habrá dos recortes hasta 1,75-2,00 frente al rango de 2,25-2,50 de los fondos de la Fed. Pero ocho de ellos creen que los tipos se mantendrán inalterados hasta final de año y uno incluso predijo una subida hasta 2,50-2,75.
El equilibrio ha cambiado de cara al próximo año, y ahora nueve prevén al menos un recorte y siete siguen esperando que sean dos. Nadie está dispuesto a bajar más de eso, y la mayoría espera que los tipos de interés de referencia vuelvan por lo menos a 2,25-2,50 en 2021.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, restó importancia al gráfico de puntos en la rueda de prensa tras la reunión. Dijo que son previsiones individuales y no algo que el comité discuta siguiera. Ha advertido de que son una distracción con respecto al panorama general —es decir, que el comité respondería a los futuros datos para sostener la expansión y cumplir con sus objetivos de inflación y empleo.
Pero la Fed sigue negándose obstinadamente a reconocer el fracaso constante de la inflación a la hora de alcanzar su objetivo fijado en el 2%, lo que ha dejado perplejos a muchos periodistas. El anuncio decía que la inflación general y la inflación subyacente permanecen por debajo del 2%, y que las medidas de compensación de la inflación basadas en el mercado han descendido.
Así que uno de los interlocutores preguntó, básicamente, por qué no hacen algo al respecto. Powell murmuró algo sobre esperar más datos, por lo que parece que todavía le queda bastante paciencia después de todo.
La rueda de prensa rozó la sátira cuando un periodista preguntó si la Fed podría considerar la recomendación formulada en la conferencia de estrategia de la semana pasada en Chicago sobre fijar el objetivo de inflación en el 4% como una forma de hacerla subir. Powell respondió que no sería práctico ya que ya le cuesta conseguir que llegue siquiera al 2%.
Powell se encontró con la primera disidencia como presidente cuando el dirigente de la Fed de San Luis, James Bullard, votó en contra de mantener inalterados los tipos, mostrándose partidario sin embargo de recortarlos en 0,25 puntos porcentuales en esta misma reunión. Bullard se pronunció en contra de subir los tipos de interés el año pasado, pero no era miembro con derecho a voto, acaba de pasar a serlo este año.
En general, los inversores tenían bastante claro que la Fed pasaría a la acción si se materializaban los efectos nocivos de las tensiones comerciales u otros "contratiempos". Puede que el anuncio y las declaraciones de Powell hayan sido menos prudentes de lo que algunos habrían deseado, pero la Fed se ha esforzado mucho claramente para no avivar las esperanzas en un mercado ya muy emocionado ante la previsión de los recortes de los tipos. Las acciones no cerraron en máximos, pero sí al alza.
Los futuros de la Fed han estimado un 100% de probabilidades de un recorte en la reunión de finales de julio y una mayor probabilidad de un segundo recorte en septiembre. En diciembre, las probabilidades son mejores que nunca para un tercer recorte, hasta 1,50-1,75 o incluso más bajo.
Como dijo Powell la semana pasada en Chicago con respecto al gráfico de puntos, las decisiones reflejan las opiniones actuales de los políticos, pero eso puede cambiar. Las previsiones sobre los tipos reflejan lo que harán los participantes si las cosas salen como se espera.
"Pero hemos vividos tiempos caracterizados por grandes, frecuentes e inesperados cambios en la estructura subyacente de la economía", dijo Powell en Chicago. "En este entorno, el mensaje más importante de política monetaria podría ser cómo responderá el banco central a lo inesperado y no lo que hará si no hay sorpresas".
En resumen, dijo entonces, instando a los participantes del mercado a no dejarse distraer por los pronósticos del gráfico de puntos a medio plazo, "en tiempos de mucha incertidumbre, el punto medio podría interpretarse como el resultado menos probable”.
Así que el presidente de la Fed hablando claro está formulando un discurso muy de la Fed.