Son dos conceptos que tenemos que aprender a distinguir de manera clara si queremos obtener buenos resultados en trading. Primero, partiremos de la base de que el movimiento natural del precio no es ir en línea recta, si no que es en zigzag. Para continuar con su tendencia, de vez en cuanto el gráfico debe hacer retrocesos para coger nuevos impulsos y continuar en su movimiento principal.
Por este motivo, cuando analizamos el mercado tenemos que aprender a distinguir entre qué movimientos son en contra de tendencia y en forma de corrección y qué movimientos son en favor. Los primeros son mucho más complicados de operar y, a no ser que lo veamos claro o queramos arriesgar más, nunca debemos entrar en ellos.
Los segundos son la mejor opción en nuestra operativa, ya que ir en favor de tendencia siempre será lo más óptimo en trading quizás, aunque siempre de manera controlada, nuestra gestión de riesgo no tendrá que ser tan conservadora como en el primer caso. El consejo que doy es que nunca nos desesperemos si nuestra entrada en algún momento se vuelve momentáneamente en nuestra contra.
Si en alguna ocasión vemos que el precio se nos da la vuelta, tenemos que mantenernos siempre lo más objetivos posible y realizar un análisis para buscar la explicación de dicho movimiento. Si esta volatilidad por parte del precio es simplemente retroceso, nunca cerréis la operación, ya que seguiremos operando en el buen camino. Si, por contra, ese análisis nos lleva a la conclusión de que se ha producido algún cambio de tendencia, lo mejor será cerrar la operativa por inviabilidad de la misma.
Por lo tanto, antes de tomar una mala decisión en nuestras operativas de trading, debemos pararnos a analizar detalladamente el mercado para decidir si realmente es necesario o si simplemente debemos tener paciencia puesta que no todas las operaciones se cumplen con la misma rapidez con la que nos gustaría.