Semana de infarto que hemos pasado ya. Como vemos en la previsión anterior, esperábamos gran volatilidad en los mercados y, en especial, en este instrumento que es quién realmente marca la economía en los países desarrollados y no nos decepcionó.
Si bien no esperábamos una semana tan triunfal como la que se ha hecho el selectivo americano, el calor de los dimes y diretes sobre el acuerdo petrolífero ayudó a que se caldeasen los ánimos y subiese hasta cotas muy importantes.
Esta semana, después de la “gran decepción” en Doha, el crudo y la mayoría de instrumentos han abierto con fuertes caídas que han podido recuperar sin mayor problema e incluso superarlas.
La impresión es que no es para tanto que no se alcance un acuerdo y que el ansia por llegar a máximos ha propiciado que las caídas se tomen como clara oportunidad.
En la parte macro, no deberíamos tener grandes sorpresas más allá de que el jueves tenemos declaraciones del presidente del BCE, Mario Draghi, para comentar que sigue dejando los tipos en 0 y que compra deuda como un loco. Balance positivo en la mayoría de consenso para este semana y euforia mezclada con pánico ante una posible corrección profunda, son las claves de la semana.
A continuación, el gráfico de niveles que podemos esperar: