Los mercados de renta variable occidental sufrieron AYER una de las peores sesiones del ejercicio, debido a los malos datos macroeconómicos, que alimentaron los temores de la recesión, algo que ratificaron posteriormente los mercados de bonos, con la inversión de las curvas de rentabilidad entre los bonos de 2 y 10 años, un síntoma interpretado como anticipo de una futura recesión.
Así, en los índices de renta variable en Europa pesó mucho el mal dato del PIB de Alemania, que mostró una caída del 0,1% en el 2T2019, lastrando el crecimiento del PIB del mismo trimestre en la Eurozona hasta un 0,2%, frente al incremento del 0,4% del 1T2019. De esta forma, los temores de que la principal economía del bloque comunitario caiga en recesión el próximo trimestre invadieron a los inversores, algo que ya anticiparon en sus fuertes caídas de expectativas las encuestas ZEW de ayer. Además, los menores datos de crecimiento de la producción industrial (4,8% en julio vs +6,3% en junio; menor crecimiento mensual desde febrero de 2002) que había mostrado previamente China habían infundido temores sobre la ralentización del crecimiento económico global.
Posteriormente, se produjo el acontecimiento de la inversión de las curvas de rentabilidades entre los bonos de 2 y de 10 años en EEUU, algo que ocurre por primera vez desde 2007. Esta inversión, que ocurre cuando la rentabilidad del bono a 2 años es superior a la del bono a 10 años, es decir cuando se paga más caro financiarse a corto plazo que a largo plazo, suele ser un síntoma de advertencia de una inminente recesión.
Tras conocerse este hecho, las rentabilidades de los bonos europeos también cayeron, hasta alcanzar mínimos récord. Tanto las rentabilidades de los bonos alemanes a 10 años como a 30 años cayeron a sus mínimos históricos, al igual que la rentabilidad de los bonos a 10 años franceses. Mientras, en los bonos gubernamentales británicos las rentabilidades de los bonos a 2 y 10 años se invirtieron por primera vez en casi una década. De esta forma, los índices europeos cerraron con fuertes pérdidas (DAX: -2,19%; CAC: -2,08%; FTSE: -1,42%).
Los índices de Wall Street, por su lado, se desplomaron AYER miércoles, con el DowJones registrando la sesión con mayor porcentaje de pérdidas del ejercicio (-3,05%), mientras el S&P 500 cerró con un retroceso del 2,93% y el Nasdaq Composite, con una pérdida del 3,02%. Así, los índices borraron los importantes avances de la sesión del día anterior, en la que el presidente Trump había aplazado a algunos productos importados desde China la implantación del 10% de aranceles hasta el 15 de diciembre.
Tras conocerse la mencionada inversión de la curva de las rentabilidades de los bonos a 2 y 10 años, los inversores se refugiaron en activos seguros, llevando la rentabilidad del bono a 30 años estadounidense a un récord mínimo. De esta forma, las entidades bancarias fueron las grandes perjudicadas, con Bank of America (NYSE:BAC) (-4,6%), Citigroup (NYSE:C) (-5,3%) y JPMorgan (NYSE:JPM) (-4,2%) liderando las caídas. El sector bancario entró en terreno de corrección, con una caída superior al 10% respecto a sus máximos recientes.
La inversión de la curva de rentabilidad entre los bonos a 2 y 10 años se ha producido cinco veces desde el año 1978, y todas ellas precedieron a una recesión, si bien es cierto que la misma suele ocurrir, de media, cerca de 22 meses después de la inversión, según indicó un banco de inversión. No obstante, la señal asustó a los inversores. La última vez que se produjo una inversión de rentabilidades de tipos fue en diciembre de 2005, dos años antes de que en 2007 comenzara el impacto de la crisis financiera.
El presidente Trump arremetió contra la Reserva Federal y contra su presidente “incompetente” Powell, acusando al banco central de frenar la economía de EEUU. Además, calificó la inversión de la curva de rentabilidades como un fenómeno “loco”.
Destacar, además, los pobres resultados por parte de Macy’s (NYSE:M), muy por debajo de las expectativas del consenso, que hundieron la cotización del valor en Bolsa (-13%) hasta su menor nivel en casi una década, ya que las fuertes rebajas que llevó a cabo en primavera para vender la mercancía en los almacenes pesaron mucho en los resultados.
El mayor temor a un menor crecimiento económico mundial también lastró el precio del petróleo, caídas (WTI: -3,3%; Brent: -3%) que borraron los avances de sesiones previas y, además, se vieron agravadas por el incremento del inventario de petróleo en 1,6 millones de barriles anunciado por la Administración de Información de la Energía (EIA) en EEUU, aunque los inventarios de gasolinas y de productos destilados descendieron en 1,4 millones y 1,9 millones de barriles, respectivamente. En operaciones fuera de hora, los precios del crudo continuaron cayendo, un 0,6% y un 0,5%, respectivamente.
HOY la agenda macroeconómica se centrará casi exclusivamente en territorio estadounidense, con la publicación de la producción industrial del mes de julio, las peticiones semanales de desempleo, la encuesta manufacturera de la Reserva Federal de Nueva York de agosto (Empire State Survey), los inventarios de negocios de junio, las ventas minoristas de julio, y el índice del mercado de la vivienda de agosto. Además, se publicarán también las ventas minoristas de julio del Reino Unido.
Esperamos que la sesión de HOY abra de forma mixta en Europa, tras el desplome AYER de los mercados de Wall Street y de las caídas de las bolsas asiáticas esta mañana. Posteriormente, serán las noticias del conflicto comercial, del mercado de bonos, y los datos macroeconómicos de EEUU los que marcarán la evolución de los mercados financieros.
Indicar que HOY no contaremos con los mercados bursátiles de Italia y Grecia, por celebrarse el Día de la Asunción.