Les voy a hablar del euro y del yen para actualizar el escenario, y qué es lo que espero al respecto, ya que hay muchas personas interesadas (bien por tener una hipoteca multidivisa en yenes o bien por ser inversor).
Continúan las voces críticas con el Banco de Japón (BoJ) y su política monetaria. Es una realidad que la economía nipona ha logrado recuperar el terreno suficiente como para que el BoJ comience a reducir su política de estímulos. No es ninguna broma este tema, ya que si los bancos centrales no hacen bien su trabajo y no tienen muy controlado el timming de sus medidas, el riesgo de nuevas burbujas es toda una realidad y con ello una nueva crisis.
En cuanto a la inflación, el objetivo inicial era no entrar en una espiral deflacionista, pero el objetivo del 2% se ha convertido en un gran problema. Tengan en cuenta que el Banco de Japón se comprometió a mantener su programa de compras de activos y control de la curva de rendimiento en su reunión del pasado mes de julio después de verse obligado a rebajar sus expectativas y previsiones por sexta vez acerca de cuándo se alcanzaría el objetivo del 2% de inflación y no olvidemos que, cuando las medidas se introdujeron en abril de 2013, el gobernador Kuroda dio un plazo de sólo dos años. Por tanto, es evidente que no han estado a la altura de las circunstancias.
En lo referente al euro frente al yen, dos apreciaciones:
– Desde hace ya varios meses les venía comentando que el euro está fuerte porque se espera que el Banco Central Europeo (BCE) empiece a poner punto y final a su programa QE a primeros de 2018; el yen está débil porque eso mismo que va a hacer el BCE no se espera que aún lo haga el BoJ. Estos dos argumento macro son el motor de las subidas en EUR/JPY desde el pasado mes de abril.
– El 22 de diciembre de 2016 expuse que los tres objetivos que barajaba de subida en EUR/JPY para 2017 eran 124,73; 129,50 y 134. Ha alcanzado los tres objetivos, es más, fue llegar al tercero y último de 134 (máximo del 2017 que ha marcado hasta la fecha es 134,41) y empezar a caer.
¿Y ahora qué?
A) La idea es que si el Banco de Japón retira sus medidas de estímulo el yen se fortalecerá, si no lo hace seguirá débil, y si las retira pero de manera muy lenta y progresiva la divisa nipona se apreciará sin ser nada del otro mundo. Este es el marco general de actuación desde el lado del Banco de Japón.
B) Desde el lado del BCE, el hecho de que esté próximo el final del QE es una buena noticia para el euro.
Si conjugamos estos elementos, podemos sacar las siguientes conclusiones:
1º El próximo 26 de octubre, el Banco Central Europeo anunciará las novedades en lo referente al programa de compra de activos (programa QE). Varios medios vienen haciéndose eco estos últimos días de que podrían anunciar un recorte del 50%, dejando las compras mensuales en 30.000 millones de euros para 2018, concretamente, durante los nueve primeros meses del año.
Traducido: esto induce a que el euro debería de seguir fuerte frente al resto de divisas, sin exagerar, porque es algo que se viene descontando desde hace semanas.
2º Kuroda, gobernador del Banco de Japón, ha comentado estos días que la entidad va a continuar con su política acomodaticia pese a que el BCE y la Reserva Federl (Fed) vayan en otra dirección. Considera que la economía nipona se está expandiendo levemente, con un aumento en los ingresos que está llevando a un mayor gasto empresarial y de las familias, pero aún así, la inflación y los salarios continúan en niveles muy bajos.
El BoJ tiene su hoja de ruta marcada y para bien o para mal no se va a salir del camino. En su anhelado deseo de alcanzar sus metas, comenzó aplicando un programa QE, luego pasó a tipos de interés negativos y finalmente al control de la curva de rendimiento. Sí, hubo un rumor el pasado mes de junio de que Kuroda podría dar un vuelco radical a la situación con la reducción de las compras de bonos, pero es que esas medida iban encaminadas principalmente a fortalecer el mercado y no a preparar el terreno para el final de las medidas expansivas, de manera que el rumor no era muy creíble. Así pues, el BoJ seguirá apostando por las medidas de estímulo.
Traducido: el yen no tendría todavía argumentos de peso para salir de la debilidad y debería se mantenerse más débil que el euro.
Por último, me gustaría mandar un mensaje a todas aquellas personas que contrataron en su día una hipoteca multidivisa en yenes y quedaron atrapados viendo cómo el préstamo se encarecía bastante y parecía que la cosa no tenía remedio. Miren, el problema no es la salida, sino la entrada. Me explico…
El problema está en que muchas personas contrataron este tipo de hipoteca cuando el mercado estaba en 150-160 y claro, pretender que ahora se alcance esos niveles es muy difícil, no porque el euro no vaya a seguir fuerte, sino porque el BCE tampoco quiere una divisa excesivamente fortalecida.
Por tanto, la mentalización correcta debía de ser que el error de contratar un producto tan complejo y de tanto peligro y en niveles tan altos (todo ésto por contratarlo sin asesoramiento independiente, es decir, fuera del banco que quería colocar la hipoteca), supone asumir que se va a perder dinero y el camino idóneo debía de ser el intentar minimizar lo máximo posible las pérdidas.