A pesar de finalizar la semana pasada con subidas en los principales índices mundiales, la renta variable sigue la estela del pasado viernes, y continúa deshaciendo posiciones a la espera de nuevos catalizadores positivos. El mantenimiento de políticas laxas por parte de los bancos centrales de EE.UU. y Japón parecen ya olvidadas y el mercado se centra en las novedades a cerca de la reunión de los principales productores del petróleo y la macro de esta semana. (Lunes: Ifo, jueves: PIB de EE.UU., viernes: PIB Reino Unido e IPC de la eurozona).
Hoy Mario Draghi ofrecerá un discurso en el comité de asuntos europeos y monetarios del Parlamento Europeo, el martes el BoJ presentara las actas de la última reunión y el miércoles Yellen comparecerá en una audiencia que se centrara en la supervisión de los grandes bancos, aunque también responderá sobre las perspectivas de los tipos de interés y la economía.
Con la batería de reuniones de los distintos bancos centrales finalizados, en EE.UU., los inversores dirigen su atención a el primer de los tres debates entre Trump y Clinton antes de las elecciones del 8 de noviembre. En estos momentos la candidata demócrata sigue mantenido la ventaja suficiente como para ser la primera mujer en presidir los EE.UU.
Tras la decisión de mantener los tipos de interés en EE.UU., se empiezan a conocer tensiones entre los miembros del comité abierto de la Reserva Federal que abogan por subir los tipos para hacer frente a este periodo de crecimiento lento y una profunda incertidumbre.
Estos funcionarios se escudan en que históricamente esta estrategia puede dar lugar a un sobrecalentamiento de la economía, siendo efectos directos las crecientes presiones sobre la inflación y un aumento potencial de los desequilibrios de los mercados financieros.
Hoy empieza la reunión de tres días entre los principales productores de petróleo y es poco probable que esta termine en un acuerdo para reducir la producción, y eso que Arabia Saudí esta, por primera vez en dos años dispuesta a recortar la producción. Uno de los mayores problemas está en la gran rivalidad con Irán, que no está dispuesta a reducir, y que ya se vio como en la última reunión de abril, en Viena, no está por la labor de negociar.
El objetivo de los grandes productores es mantener el precio del petróleo en torno a los 50 dólares por barril, y es que desde mitad del 2014 el oro negro se sitúa por debajo. Además se prevé que este superávit se mantenga hasta finales del 2017, por cuarto año consecutivo. En el caso de que las negociaciones de esta semana fracasen, estas se reactivaran el próximo 30 de noviembre en Viena, en la reunión de la OPEP.