La economía británica se está sacudiendo por fin el lastre y crece a su ritmo más rápido desde 2021, impulsada por la reactivación de la industria automovilística y el crecimiento generalizado de los servicios. Y esa mejora del panorama económico está ayudando a las acciones británicas a mostrar nuevos signos de vigor.
Hasta hace poco, el mercado de valores del Reino Unido ha sido una trampa de valor (es decir, barato y cada vez más barato) y ha puesto a prueba la paciencia incluso de los inversores de valor más fervientes. El hecho de que un activo esté infravalorado no significa que vaya a subir. Necesita un catalizador o dos para moverse, algo que atraiga la atención de los grandes y codiciosos gestores de fondos. El Reino Unido no lo ha tenido: desde 2020, ha soportado las mayores salidas del mercado de las principales economías del mundo.
Pero ahora ha captado la atención de algunos de esos pesos pesados: Goldman Sachs (NYSE:GS), por ejemplo, dice que la subida de las materias primas precios de las materias primas, una libra esterlina más débil y unos interés y la aparente inminente bajada de los tipos de interés están impulsando la confianza y los beneficios del FTSE 100 de Londres.
Este índice bursátil clave está fuertemente ponderado en empresas energéticas y mineras, que se benefician de la subida de los precios de las materias primas. La debilidad de la divisa beneficia a las grandes empresas que venden sus productos en el extranjero, porque el dinero que ganan en el extranjero vale más cuando se convierte a libras esterlinas. Y se espera que los valores de pequeña y mediana capitalización del índice, que aún cotizan con valoraciones bajas, reciban un fuerte impulso cuando el banco central baje los tipos de interés, posiblemente el mes que viene. Mientras tanto, todos los sectores británicos cotizan con un descuento mayor de lo habitual respecto a sus homólogos estadounidenses.
Esta podría ser una oportunidad ideal para operar, tanto desde un punto de vista fundamental como técnico. Para mí, cuando ambos aspectos coinciden, es cuando una inversión resulta más interesante. Dado que el activo parece barato (fundamentales) y que el impulso de los precios (técnicos) apunta a beneficios, puedo sentirme bastante seguro de que el movimiento no es demasiado contradictorio y probablemente nos deje sentados en una trampa de valor.