El día del eclipse solar total, no podían faltar los comentarios de Jamie Dimon, CEO de JP Morgan (NYSE:JPM), sobre el momento económico-financiero, contenidos en la carta anual a los accionistas.
Dimon sostiene que la economía está impulsada por el gasto público y los crecientes déficits. Parece significar que la economía estadounidense está drogada por la deuda, más que en el pasado. Y, a estas alturas, hay que deducir, mucho más que nunca.
Los consumidores gastan y los inversores ya no esperan una recesión y están convencidos de la idea de un aterrizaje suave.
Sobre este último aspecto, Dimon (pero no lo dudamos) no está nada convencido y evalúa las posibilidades de un aterrizaje suave como "muy inferiores a las estimaciones del mercado".
No faltan referencias a las guerras en Ucrania y Oriente Medio, como posibles elementos de perturbación de los mercados energéticos y alimentarios, así como de las relaciones militares y económicas.
Estos acontecimientos coinciden con una mayor inversión pública estadounidense en la transición verde y la reestructuración de las cadenas de suministro y las relaciones comerciales.
La política estadounidense, sostiene Dimon, debe ser dura con China: Estados Unidos necesita lograr una independencia total en el suministro de materiales cruciales para la seguridad nacional, como tierras raras, semiconductores e infraestructura 5G.
Reconoció que las recientes medidas de la administración Biden, la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley de Chips van en esa dirección.
Un capítulo importante de la carta se refiere a las profundas divisiones políticas dentro de Estados Unidos: las culpa de la crisis de seguridad y del "desgaste del sueño americano".
Esta última observación es interesante: es una verdadera clave para comprender la gran crisis que atraviesa Estados Unidos.
El último comentario de la carta es sobre Basilea III, descartado como un conjunto de reglas bancarias "imperfectas y mal calibradas".
Obviamente, esto no afectará la postura rígida adoptada por los banqueros europeos: Estados Unidos nunca podrá entender la estrategia europea de intentar aumentar el PIB con papel inútil y una burocracia arrogante.