La baja volatilidad continúa dominando el mercado de divisas. Esto tiene varias consecuencias y algunas de ellas tienen un impacto sobre la forma de operar.
Por un lado, aquellos cruces que se suele esperar que hagan recorridos de X cantidad de pips, ahora hay que esperar que hagan menos, lo que deje de lado a ciertas operaciones o obligue a modificar parámetros. La baja volatilidad afecta los resultados de las operaciones, no necesariamente en una dirección, ya que depende de cada operador.
Si este ambiente ha hecho que se opere menos, ¿qué se puede hacer?
Modificar la estrategia, volviendo a probar las mismas (nuevos backtesting) o modificando los parámetros: reducción de stops y de limits (con posible incremento en el número de lotes).
Operar otros cruces. La baja volatilidad afecta por momentos a ciertas monedas más que a otros, por lo que día tras día se puede optar por otros cruces del mercado de divisas.
Por ejemplo, con la calma el USD/JPY, operar otro cruce del yen, como el AUD/JPY. La contra es que podemos tener que pagar un spread mayor y que es una par que tal vez no estemos acostumbrados a operar. Pero operar cruces, más allá del EUR/USD, USD/JPY, USD/CHF y GBP/USD puede ser una alternativa.
Observar cada día cuales son las monedas que más se están moviendo y planificar las operaciones en base a esas.
La baja volatilidad afecta a las operaciones y obliga a prepara las operaciones de otra forma, sobre todo para aquellos que operan diariamente.