Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Veinticuatro horas después de que la Reserva Federal se comprometiera a mantener los tipos de interés en cero hasta 2023, el dólar estadounidense amplió pérdidas con respecto a las demás monedas principales. El billete verde gana posiciones frente al euro y al dólar neozelandés y fue la divisa más resistente frente al dólar australiano y la libra. La jornada del jueves comenzaba con muy poca consistencia para el billete verde, pero al final de la sesión de Nueva York, a pesar de las pérdidas registradas por las acciones, quedó claro que las prudentes perspectivas de la Fed hacían el dólar menos atractivo. Los últimos informes económicos de Estados Unidos fueron en general más débiles de lo esperado. Las promociones de vivienda y las licencias de obra descendieron en el mes de agosto, mientras que el índice de la Fed de Filadelfia no mostró mejora como la encuesta de Empire State. Sin embargo, el par USD/JPY se ha disparado gracias en parte a la disminución de las solicitudes de subsidio por desempleo. La decisión del Banco de Japón de mantener inalterada la política monetaria no fue una sorpresa para nadie. Aunque ha mejorado su evaluación económica, ha habido muy poca reacción en el yen porque al fin y al cabo el Gobierno no está en condiciones de aumentar o disminuir los estímulos. El par USD/JPY, que se ha vendido durante cuatro jornadas de negociación consecutivas, debería repuntar si se recuperas las acciones, pero la tendencia de los datos mixtos de Estados Unidos, junto con la postura prudente de política monetaria a largo plazo de la Fed, significa que el camino de menor resistencia debería ser a la baja.
El Banco de Inglaterra también decidió mantener inalterada la política monetaria, pero a diferencia del Banco de Japón, sus previsiones han sido un poco más prudentes. El banco central ha descrito las previsiones económicas como "inusualmente inciertas". Esta postura de cautela no debería sorprender a nadie debido el grave riesgo de un Brexit sin acuerdo, el aumento de los casos de coronavirus, el retorno de algunas medidas de distanciamiento social y la expiración de un programa que ayudaba a millones de trabajadores desempleados. Si bien la decisión de mantener inalterada la política monetaria fue unánime, sin ningún miembro que votara a favor de la flexibilización inmediata. Han admitido que se les ha informado sobre los tipos de interés negativos y su eficacia potencial. Esto sugiere que están considerando más estímulos, lo que puede ser muy bajistas para la moneda, especialmente porque son uno de los pocos bancos centrales que se están planteando activamente implementar más medidas de flexibilización. De hecho, se habla de un recorte de tipos ya en noviembre.
El dólar australiano cerró la jornada a la baja a pesar de las cifras sorprendentemente fuertes del mercado laboral. Los economistas esperaban otro mes de pérdidas de empleos (-50.000 era el pronóstico), pero Australia creó 111.000 puestos de trabajo. Hubo más contrataciones a tiempo parcial que a tiempo completo, pero aun así, el aumento ha contribuido a reducir la tasa de desempleo del 7,5% al 6,8%. El Gobierno australiano también ha relajado las restricciones en Australia regional, pero ha aumentado la penalización para cualquiera que intente salir de la ciudad de Melbourne de 1.652 a 4.957 dólares australianos. El AUD/USD debería haber subido, pero la aversión al riesgo impidió el avance del par de divisas. En el caso de Nueva Zelanda, hemos sabido que el país cayó en recesión en el segundo trimestre con una contracción del crecimiento del PIB del 12,4%. El dólar canadiense acaparará la atención este viernes con la publicación de las ventas minoristas de Canadá. Los datos laborales más fuertes y una menor prudencia por parte del Banco de Canadá han dejado a los inversores esperando una sorpresa al alza.