La economía del Reino Unido se está evolucionando muy bien. Según las primeras estimaciones, la economía creció un 1,5% interanual en el último trimestre (superando las estimaciones del 1,4%), lo que indica que el Reino Unido también se benefició de la aceleración de la economía global, junto con un poco de ayuda de una débil libra esterlina. El mercado laboral se mantuvo firme, con la tasa de desempleo estabilizada en el 4,3%.
Por último, la inflación se mantiene sobre una base sólida, dado que la medida subyacente se estabiliza en un 2,5% interanual en diciembre.
Con este telón de fondo, el Banco de Inglaterra (BoE) no tendrá más remedio que revisar al alza su pronóstico para el crecimiento económico y la inflación. Los inversores ya han comenzado a ajustar sus expectativas sobre el ajuste. El mercado no espera un aumento prematuro de los tipos de interés en mayo (51% de probabilidad de un alza de las tasas de acuerdo con las probabilidades extraídas del swap sobre el índice onvernight).
Sin embargo, de acuerdo con el mercado de opciones, los inversores están un poco nerviosos antes de la decisión del Banco de Inglaterra. Las volatilidades implícitas (para la mayoría de los vencimientos) han aumentado, mientras que la medida de riesgo de reversión 25-delta se trasladó más en territorio negativo. Todo esto sugiere que los inversores también están considerando la posibilidad de que la autoridad monetaria podría no tomar medidas al permanecer extremadamente cuidadoso en su comunicación.
El GBP/USD está operando actualmente en torno a 1,3850, una caída del 0,20% en el día. La primera zona de resistencia se encuentra alrededor de 1,4290 (máximo desde el pasado viernes), mientras que una más fuerte se puede encontrar en 1,4345 (máximo del 25 de enero). A la baja, un soporte se sitúa en torno 1,3655 (máximo anterior del 20 de septiembre y mínimo de mediados de enero).