Quizás porque, en mi vida personal, IBM ha sido fundamental para mi formación… pero cuando pienso en un título de tecnología no me viene a la cabeza Meta (NASDAQ:META) (facebook) o Netflix (NASDAQ:NFLX), sino IBM (NYSE:IBM).
Y sí, IBM no cotiza en el Nasdaq, sino en la aristocracia del Promedio Industrial Dow Jones. Desde 1979, para ser exactos.
Este año hemos sido testigos del martirio del sector tecnológico.
IBM es una acción de cartera. Forma parte de Dividend Aristocrats, y nunca se olvida de los accionistas.
Hace tres años, IBM realizó una importante compra estratégica: Red Hat, el proveedor líder mundial de soluciones empresariales de código abierto.
IBM tiene una capacidad estratégica brillante para adquirir clientes: y ayuda a las empresas y los gobiernos de hoy a reconfigurar los departamentos de TI para la era de la nube.
Las inversiones realizadas por IBM para hacer que las soluciones en la nube sean rápidas, eficientes y, sobre todo, seguras, han llevado a la empresa a resultados extraordinarios.
Los ingresos del segundo trimestre de 2022 aumentaron un 9 % hasta los 15 500 millones de dólares. Las ganancias por acción aumentaron casi un 80%: ambas cifras por encima de las expectativas.
La guerra en Ucrania y la fuerte apreciación del dólar fueron malas para IBM, que tuvo que abandonar sus rentables operaciones en Rusia.
Famosa por su extraordinaria capacidad para reorganizarse, reestructurarse y reconfigurarse, IBM ha escindido algunas operaciones en declive y ha duplicado áreas de crecimiento, como blockchain, Internet industrial, computación en la nube e inteligencia artificial.
Tecnologías que permiten a los clientes de IBM aumentar su capacidad de innovación, productividad y resiliencia, al mismo tiempo que reducen costos y fomentan el crecimiento.
Según una encuesta reciente, el 35% de las empresas estadounidenses utilizan alguna forma de Inteligencia Artificial en sus actividades: permite que computadoras, robots y otros dispositivos imiten la percepción, el aprendizaje, la resolución de problemas y la toma de decisiones de la mente humana.
IBM es líder en este sector: las aplicaciones de inteligencia artificial se utilizan para reconocimiento de voz, procesamiento de lenguaje, prevención de virus y spam, tecnologías de piloto automático, reconocimiento de imágenes, asesoramiento en tiempo real y negociación en bolsa.
La estrategia de IBM no es vender hardware y software, sino forjar una relación con la empresa cliente, guiarla para que pueda navegar con éxito por el futuro de la tecnología.
La visión de futuro de IBM es extraordinaria: durante muchos años ha invertido en computación cuántica, una de las tecnologías más disruptivas de todos los tiempos.
Los semiconductores están llegando a un límite físico. Simplemente no pueden ser mucho más pequeños de lo que son.
Las computadoras de IBM capaces de utilizar la física cuántica, en lugar de los semiconductores tradicionales, tienen una potencia de procesamiento y capacidades de rendimiento mucho mayores.
IBM dará a conocer el primer sistema de este tipo a finales de este año.
Con un rendimiento ultrarrápido, la criptografía cuántica también representará un gran avance en ciberseguridad, otra área en la que IBM se convertirá en líder mundial.
IBM adquirió recientemente Randori, un proveedor líder de seguridad cibernética, y la compra sigue a ReaQta del año pasado, un especialista en soluciones de detección de amenazas cibernéticas.
IBM comparte las utilidades 13 veces, a valor presente. Su dividendo aumentará, como lo ha hecho todos los años durante los últimos 27 años.
Tocó mínimos importantes en julio, de los que se está recuperando.
P.D.: No es un consejo de compra. Solo una acción de una empresa que siempre he apreciado y que merece tener un lugar en la cartera o ser objeto de atención.