No negaré que estoy algo desconcertado con el mejor performance del Ibex-35 respecto al resto de índices mundiales. Desconcertado porque, desde mi primera inversión en bolsa por allí del 2003, solo recuerdo una fortaleza semejante en el trienio 2004-2007. Desde entonces hasta hace unos meses, el IBEX-35 ha dado muchísimos más disgustos que alegrías. Han sido unos 15 años, que invertir en el IBEX-35 era sinónimo de invertir a caballo perdedor.
Los “expertos” hemos estado indicando que los periodos inflacionistas son buenos para la bolsa y que, además, los tipos de interés altos benefician en concreto a un índice tan bancarizado como el nuestro.
Pero cuando uno habla de inflación, automáticamente le viene a la cabeza la situación de Argentina. Argentina lleva 50 años que no levanta cabeza. Es el único país del mundo y de la historia que ha padecido un periodo de hiperinflación sin una guerra de por medio. Llegó a ser de los más ricos del mundo entre 1900-1920 y en la década de los 50 del siglo pasado.
No obstante, siempre me pregunto. ¿Cómo se acostumbra la gente a ser más pobre cada año que pasa? La respuesta es fácil:
Porque la degradación de la capacidad adquisitiva es tan lenta de un año para otro que pasa desapercibida, pero tomando una perspectiva temporal de 10 años, es enorme.
Lo voy a ilustrar con una experiencia propia:
Gran parte de mi vida he vivido en una localidad de unos 5000 habitantes a las afueras de Barcelona. Hace 12 años, por motivos familiares me fui vivir a otro lugar a unos 250 km del primero. Hace 12 años en esa localidad no había palomos, con lo cual las aceras, bancos y parques estaban relativamente limpios y exentos de excrementos de estas aves. Lentamente el pueblo se fue llenando de palomos y si bien la brigada municipal de limpieza los primeros años podía gestionar la suciedad provocado por estos animales, lentamente la capacidad humana fue sobrepasada por la acumulación de excrementos en la vía pública. Ahora, los vecinos se han acostumbrado a no poder sentarse en los bancos porque están llenos de excrementos de palomos. Se han acostumbrado a ver las aceras más sucias que hace 12 años y se han acostumbrado a ver el suelo lleno de manchas de cagadas. Es más, al ser un elemento corrosivo, muchos de los bancos se están degradando rápidamente con lo que ello implica de reemplazarlo antes de lo que se tenía presupuestado. Y todo ha sucedido porque ha sido una evolución muy lenta, asumida inconscientemente por el que vive en el pueblo, pero los que venimos a visitarlo de vez en cuando nos asombramos del cambio tan brusco ocurrido en estos 12 años.
Pues con la capacidad adquisitiva pasa lo mismo. Los cambios son tan graduales que al final no te das cuenta si no coges perspectiva temporal.
¿ Y porque hay inflación?
La razón principal y casi en exclusiva es por la impresión de masa monetaria. El político ha encontrado la gallina de los huevos de oro: Solucionar los problemas mediante la impresión de dinero a sabiendas que la ciudadanía no se va a dar cuenta que esta acción tiene consecuencias nefastas a largo plazo. Ya lo expliqué hace unos 2 años en otro artículo en investing.com. Si bien en un primer momento imprimir dinero tiene sus ventajas, a la larga abusar de este mecanismo, provoca el empobrecimiento exponencial del ciudadano.
Pero es que a continuación me surge una segunda pregunta con muchísima más perversión ¿Llegaremos algún día a justificarnos que seamos pobres? Y la respuesta me aterra. Creo que sí. Creo que algún día acabaremos justificando el ser más pobre. Creo que algún día llegaremos argumentar que: “! tenemos que ser más pobres para solucionar los problemas de la sociedad! ”. Y lo aceptaremos con total naturalidad. Bueno, lo aceptareis, porque yo me niego.