Rafael Nadal ha hecho historia ganando este fin de semana su 21 Grand Slam, convirtiéndose así en el primer tenista masculino de la historia en alcanzar esta cifra. Es uno de esos jugadores sobre los que existe prácticamente una opinión unánime entre los compañeros de profesión, la prensa y la afición, con independencia de su nacionalidad, credo o ideología política, algo que sólo está al alcance de los más grandes.
Con un evento deportivo único como el de este fin de semana, no he podido evitar encontrar similitudes entre tamaña hazaña y la gestión de los bancos centrales en los últimos años.
No me cabe ninguna duda de que Jerome Powell y Christine Lagarde, por mencionar únicamente a los presidentes actuales de los dos principales bancos centrales del mundo, la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE), pasarán a la historia, en este caso, económica. Su gestión antes y después de la crisis provocada por la pandemia se recordará como unas de las inoportunas, innecesarias y con menos rationale de las últimas décadas. Los programas de Quantitative Easing mantenidos de manera innecesaria cuando la economía estaba en pleno proceso expansivo, los tipos de interés negativos en la zona euro que obligaron a los bancos a cambiar buena parte de sus sistemas informáticos y a los académicos a revisar los libros de texto porque era algo contrario a la lógica económica, la rampante japonización de la economía occidental, o la falta de medidas para tratar de poner freno a una inflación que se ha disparado en el último año, son sólo algunos ejemplos de puntos ganadores de un partido que, en realidad, jugamos todos… que perdemos todos.
Otra similitud con Rafael Nadal es que existe una amplia, amplísima mayoría de economistas, con independencia de su nacionalidad, credo o ideología política, que valoran de manera similar la gestión de los bancos centrales. Como decíamos antes, algo así sólo está al alcance de los más grandes.
Por centrarnos ya en lo más reciente, la semana pasada ha estado marcada por la reunión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) de la Fed. Aunque la decisión de los consejeros inicialmente no sorprendió al mercado, las declaraciones posteriores de Jerome Powell lo pusieron patas arriba. Al abrir la posibilidad de que pudieran producirse subidas de tipos en cualquiera de las próximas reuniones del FOMC, el mercado lo interpretó como un discurso mucho más hawkish que el statement oficial hecho público tan sólo unos minutos antes. El escenario de cuatro subidas de un cuarto de punto ya descontadas por el mercado hasta ese momento quedaba obsoleto y, desde entonces, el aluvión de previsiones de analistas y bancos de inversión no ha cesado.
Goldman Sachs (NYSE:GS), JP Morgan Chase (NYSE:JPM) y Deutsche Bank (DE:DBKGn) esperan cinco subidas de tipos de interés hasta 1,25%-1,50% a finales de año, mientras que BNP Paribas (PA:BNPP) prevé seis, y Bank of America (NYSE:BAC) aumenta la apuesta hasta siete. Nomura incluso considera como escenario más probable que, en el próximo mes de marzo, la subida pueda ser de 50 puntos básicos.
Sin embargo, más allá del número de subidas o el tamaño de éstas, lo que nos parece más importante es que el inicio de una política monetaria restrictiva por parte de la Reserva Federal ya es una realidad.
La última reunión del FOMC mete más presión si cabe a un BCE que no sólo no es capaz de articular una argumentación solvente sobre la necesidad de mantener la actual política monetaria acomodaticia, sino que además se está quedando solo.
Flujos netos de efectivo
FactSet (NYSE:FDS) ha registrado entradas netas de efectivo en ETFs de renta variable por importe de casi 5.900 millones de dólares, y salidas de 1.000 millones de ETFs de renta fija. Analizando el detalle de estas cifras, se observa que han salido más de 3.000 millones de ETFs de renta variable americana, mientras que la internacional ha recibido casi 9.000 millones.
Los datos de Refinitiv Lipper muestran salidas netas de 9.100 millones de dólares de fondos de renta variable, y entradas algo superiores a 1.000 millones en fondos de renta fija.
No son datos positivos para la renta variable, y menos aún para la americana. Eso sí, estas métricas encajan bien con la Fuerza Relativa Tendencial (FRT) de las últimas semanas, donde se observa que la composición interna de los índices de renta variable europea es más fuerte que la de la bolsa americana, algo íntimamente relacionado con los flujos de efectivo recibidos.
La cartera de derivados de los inversores institucionales ha aumentado ligeramente la exposición a renta variable (72,7%), infra ponderando renta fija (17,1%) e incrementando ligeramente materias primas (10%).
Seguimiento de la Fuerza Relativa Tendencial
Este indicador ayuda a determinar el estado en que se encuentran los diferentes activos, a partir del análisis de su composición interna. Es útil a la hora de determinar el peso relativo que debe asignarse a cada clase de activo en una cartera diversificada. Se diferencian cuatro tipos de tendencias (alcista, lateral-alcista, lateral-bajista y bajista). Identificamos a continuación en qué punto se encuentra la FRT con datos de cierre del viernes y cómo ha evolucionado en el tiempo.
Continuamos con las materias primas como la clase de activo más alcista. Por subcategorías, Energía (+68) e Industriales (+44) se encuentran entre las más fuertes, seguidas de Alimentación (+31) y Metales Preciosos (+25), esta última en el límite con la zona lateral-alcista. Tras salvar la semana in extremis, la renta variable (+2) ha conseguido que su FRT pase a zona lateral-alcista. A cierre de la sesión del viernes, las cryptos siguen en zona bajista, los rebotes del fin de semana les haría subir hasta lateral-bajista. Los índices de volatilidad continúan en zona peligrosa, lo que se traduce en bruscos movimientos al menos durante la primera mitad de la semana.
En la renta variable, los índices europeos continúan por tercera semana como los más fuertes (+23), seguidos por los americanos (-19) y, en último lugar, los asiáticos (-23). Se mantiene la fortaleza relativa del índice Dow Jones de Industriales frente al S&P 500 (-5) y Nasdaq (-4), y así se ha dejado notar también su performance semanal. Mientras el primero ha acumulado una revalorización del 1,4%, la cotización del S&P se ha incrementado en un 0,9%, y la del índice tecnológico un tímido 0,1%.
Por el lado de los índices europeos, el CAC40 (+24) que apenas ha notado su composición interna los envites de las presiones bajistas experimentadas durante la semana es el más fuerte, seguido por el MIB italiano (+13). Como viene siendo habitual desde 2021, la fuerza interna del DAX y el IBEX es algo más débil, aunque todos ellos se encuentran en zona lateral-alcista.
Actualización de los niveles críticos
Como saben de artículos anteriores, nuestra predisposición es alcista mientras el precio de los distintos activos se sitúe por encima de los niveles en los que se encuentran posicionados los inversores institucionales y que se muestran en la tabla siguiente. Los niveles de presión bajista son relevantes a los efectos de anticipar en qué zonas de precios puede incrementarse temporalmente la volatilidad.
Se han producido cambios relevantes en la composición de los niveles de control de los inversores institucionales que han venido de la mano fundamentalmente de los Hedge Funds. Éstos han cerrado su posicionamiento corto en el S&P 500 y en el Nasdaq que habían iniciado en 4.739 y 16.285, respectivamente, pasando ahora a tomar posiciones largas. Estos operadores también han ampliado en un 20% su apuesta alcista en el Dow Jones de Industriales. A pesar de este posicionamiento, mientras la cotización de estos índices no supere los niveles identificados en la tabla, la predisposición es lateral, en el caso del S&P 500, y lateral-bajista para Nasdaq y Dow Jones.
En el caso de las materias primas, con la revalorización del dólar tras la comparecencia de Jerome Powell, el oro y la plata han experimentado una fuerte caída que les ha hecho perder su predisposición alcista. Por el contrario, el Brent ha continuado por sexta semana consecutiva con subidas, y su predisposición sigue siendo alcista mientras se encuentre por encima del nivel de control que se encuentra en 62,2 dólares.
Bitcoin sigue por debajo del nivel en que se encuentran los inversores institucionales, y que ha bajado hasta 59.418, por lo que se mantiene el escenario de debilidad. También ha habido importantes cambios en el Ether, donde los institucionales han reducido su nivel de control de 3.858 a 3.364. Mientras el precio no supere este nivel, esperamos que la debilidad se mantenga.
Nos gustaría también destacar la importancia de los niveles de prealerta que, combinados con el posicionamiento de los inversores institucionales, permiten hacer una gestión eficiente del riesgo durante la semana. De esta forma, los niveles de prealerta que identificamos en el artículo anterior para el S&P 500, Dow Jones, Nasdaq, Oro, Bitcoin y Ether funcionaron como resistencias muy efectivas.
Actualizamos a continuación algunos de los niveles de prealerta más relevantes para la semana entrante:
• S&P 500: la pérdida de 4.314 abriría la posibilidad de ver nuevos mínimos; la superación de 4.500 consolidaría mínimos anteriores.
• Dow Jones: la pérdida de 34.236 incrementaría riesgo de correcciones; superación de 34.500 consolidaría mínimos anteriores.
• Nasdaq 100: la pérdida de 14.361 incrementaría riesgo de correcciones; superación de 14.971 consolidaría mínimos anteriores.
• Oro: la pérdida de 1.782 incrementaría riesgo de correcciones; la superación de 1.838 daría pie a próximas rupturas de máximos locales.
• Plata: la superación de 22,48 consolidaría mínimos anteriores; superación de 24,29 reduciría significativamente la volatilidad del activo.
• Crudo Brent: la pérdida de 88,48 incrementaría riesgo de pérdidas; identificamos 91,38 como posible final del último impulso alcista; cierres por encima de este nivel permitirían nuevos máximos locales.
• Bitcoin: la pérdida de 36.080 incrementaría el riesgo de correcciones; la superación de 37.800 consolidaría mínimos anteriores.
• Ether: la pérdida de 2.506 incrementaría el riesgo de correcciones; superación de 2.625 consolidaría mínimos anteriores.
¡Buena semana y buenas inversiones!