Buscamos un cruce alternativo para medir los desplazamientos de flujos de capitales en busca de refugio. Caso curioso es el dólar con la corona noruega, pues aunque la divisa nórdica es la cara de un país muy rico y de una economía muy sólida, su escasa liquidez le impide concebirse como un refugio fiable alternativo al dólar, al yen o al franco suizo. Por ello, ante incertidumbre o pesimismo, se deprecia como otras divisas de riesgo.
Técnicamente, vemos como el dólar trata de apreciarse dejándonos un patrón de doble suelo en formación, que se confirmaría si -y solo si- rompemos al alza la resistencia de los 5.7752 coronas por dólar. De romperlo, tenemos objetivos en largo para el billete verde en 5.89 coronas.
Daniel Álvarez
Especialista en Divisas