Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
A medida que se acerca la publicación del informe de empleo no agrícola del viernes, los inversores se están poniendo nerviosos. Las acciones entraban en territorio negativo tras subir más de 100 puntos. El dólar estadounidense amplió su caída frente al yen japonés por cuarto día consecutivo, pero la demanda de refugio seguro ha impulsado al billete verde con respecto a las demás monedas principales. La libra esterlina ha sido la más afectada, lo que no es de extrañar teniendo en cuenta que se espera que el Banco de Inglaterra publique unas previsiones económicas menos alentadoras este jueves. Junto al yen, el dólar australiano ha sido el más resistente gracias a un mayor aumento de las ventas minoristas.
Según ADP, las empresas estadounidenses recortaron más de 20 millones de puestos de trabajo en el mes de abril. Se espera que el informe de empleo no agrícola indique una disminución de 21 millones, pero el dato podría ser mucho peor porque este informe no incluye los datos oficiales del Gobierno. ADP también ha publicado aumentos y disminuciones del empleo no agrícola en cada uno de los últimos seis meses. Creíamos que el par USD/JPY descendería a 106 antes del informe, pero todo el mundo augura pérdidas masivas de puestos de trabajo así que será interesante ver cuánto exactamente responden las divisas en el momento de la publicación. La Reserva Federal y la Casa Blanca han advertido de que la tasa de desempleo podría alcanzar el 10%, pero el hecho de que el Dow Jones de Industriales ronde máximos de dos meses nos dice que sus advertencias han caído en saco roto o que los inversores miran ya más allá del debilitamiento de este mes hacia la futura recuperación. Este jueves se publican los datos de solicitudes de subsidio por desempleo: si se superan los 3,8 millones de solicitudes, el par USD/JPY caerá aun más.
Si bien nuestra atención siempre se centra en el billete verde, no deberíamos perder de vista este jueves el anuncio de política monetaria del Banco de Inglaterra -noticia ya publicada- y el Informe Trimestral de Inflación. Tras bajar los tipos de interés dos veces en reacción a la crisis del COVID-19 y lanzar un programa de compra de bonos, todo apunta a que el banco central mantendrá inalterados los tipos de interés y la expansión cuantitativa sin cambios. Esto significa que la atención se dirigirá a su informe trimestral de inflación. Se espera que el banco central advierta de que el deterioro económico ha sido importante, pero en lugar de publicar previsiones, seguramente esbocen varios escenarios de crecimiento e inflación dependiendo de la duración del confinamiento. Esta es una estrategia utilizada por el BCE que dijo que la economía de la eurozona podría contraerse entre un 5% y un 12% este año. Tampoco habrá rueda de prensa, que ha sido reemplazada por una videollamada con los periodistas. Hay muy pocas dudas de que tendrán que aumentar el volumen de su programa de expansión cuantitativa a finales de este año y las operaciones con la libra esterlina dependerán de los planes del actual gobernador Andrew Bailey para una mayor relajación monetaria. Mientras tanto, el gobierno británico se prepara para levantar la orden de confinamiento en casa a partir del lunes, una decisión más bien controvertida teniendo en cuenta que el número de muertes en el Reino Unido acaba de superar a Italia.