En un entorno macroeconómico muy positivo y con muchas compañías publicando excelentes resultados trimestrales, especialmente en Wall Street, la renta variable occidental continuó ayer con su “calvario”. Así, los principales índices europeos y estadounidenses cerraron con grandes descensos, especialmente los segundos, con el Dow Jones y el S&P 500 entrando técnicamente en fase correctiva, al haber cedido ya más del 10% desde sus recientes máximos históricos.
Insistimos en que detrás de esta negativa evolución de las bolsas, y como principal motivo que explica la corrección que están experimentando, están las fuertes plusvalías latentes que mantenían y, en muchos casos, aún mantienen muchos inversores en sus carteras. Es por ello que los valores que mejor lo han venido haciendo en los últimos tiempos son ahora los más castigados.
La “excusa” o detonante de las ventas: el incremento vertical que han tenido en las últimas semanas las rentabilidades de los bonos, incremento que es consecuencia a su vez de ese positivo entorno macro al que se enfrentan las cotizadas, ya que, a medio plazo, el mayor crecimiento económico debe hacer que la inflación repunte y que, y ahí está la clave, los bancos centrales se vean forzados a dar por finalizadas sus políticas monetarias acomodaticias.
Muchos inversores se han acostumbrado a operar en un entorno de masiva liquidez gracias a las mismas y ahora “temen” el cambio de escenario. Igualmente, unos mayores tipos de interés encarecerán la financiación de las empresas, especialmente la de las más apalancadas, además de incrementar el atractivo de los bonos como inversión, activos que hasta hace poco no podían competir por el favor de los inversores más conservadores con la renta variable, a la que se veían abocados en busca de mayores rentabilidades.
Pero este nuevo escenario no está a la vuelta de la esquina ni en EE.UU. ni, mucho menos, en Europa. Así, la Reserva Federal (Fed), salvo sorpresa, subirá este año como mucho tres veces sus tipos de interés de referencia, tal y como descuentan los mercados. Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE), y a pesar de las luchas internas, mantendrá sus políticas monetarias acomodaticias por mucho tiempo, dejando los tipos de interés de referencia a los niveles de mínimos históricos actuales hasta muy avanzado 2019.
¿Entonces por qué esta reacción de las bolsas? Insistimos en que el hecho de que Wall Street llevara casi dos años sin corregir (la última corrección se produjo en enero-febrero de 2016) y algunos excesos, en forma de valoraciones muy exigentes, explicarían esta dura corrección que nos cuesta calificar de “sana”, ya que está haciendo mucho daño a las carteras, pero que creemos que puede ser una interesante oportunidad de rehacer carteras, aprovechando las fuertes caídas de muchos valores.
Dicho esto, señalar que ayer fue nuevamente el repunte de las rentabilidades de los bonos, tras una fuerte caída del precio de los mismos en Europa y EE.UU., lo que provocó las ventas masivas en los mercados de renta variable. Ello fue consecuencia del mensaje “positivo” que sobre el devenir de la economía mundial transmitió el Banco de Inglaterra (BoE), que revisó al alza sus expectativas de crecimiento e inflación y “amenazó” con acelerar las alzas de tipos oficiales para devolver la inflación al 2% (espera que en el corto plazo se sitúe en el 3%).
Recordar que un día antes había sido el BCE el que había revisado sus proyecciones de crecimiento para la zona euro. Además, los mercados de bonos han reaccionado negativamente al acuerdo de Gobierno en Alemania, ya que consideran que los socialdemócratas, que han logrado el Ministerio de Finanzas, serán más “manirrotos” que los conservadores de Merkel, como también lo han hecho al acuerdo bipartidista que se votará hoy en el Congreso de EE.UU. para elevar el techo del gasto y que incrementará el ya elevado déficit público estadounidense.
En este sentido, señalar que el cierre parcial del Gobierno federal que se produjo ayer, el segundo en las últimas semanas, está previsto que acabe hoy al mediodía, cuando el Senado y la Cámara de Representantes aprueben la mencionada ley de gasto. Ayer, por un formulismo, el Senado no llegó a votar al requerirse el apoyo de toda la cámara para proceder a la votación y oponerse el republicano del ala más liberal (libertarian) Rand Paul, que está totalmente en contra del incremento del déficit y que calificó el acuerdo como de desastre.
Hoy, y para empezar, esperamos una apertura a la baja de las bolsas europeas, con los índices cediendo alrededor de medio punto porcentual. La estabilidad que muestran los futuros de los índices estadounidenses en estos momentos limitará las caídas. No obstante, será el comportamiento de Wall Street durante las primeras horas de la sesión el que dictará “sentencia”, determinando la tendencia de cierre semanal de las bolsas europeas.