Las bolsas europeas cerraron ayer con importantes descensos, ante nuevas complicaciones en la evolución de las tensiones comerciales entre China y EE.UU., mientras la incertidumbre política italiana seguía presionando a los mercados, y en especial los bonos soberanos italianos (el diferencial entre la rentabilidad de los bonos a 10 años italiano y alemán alcanzó ayer 190 puntos básicos). Además, los índices PMI de gestores de compra publicados en Europa fueron bastante decepcionantes, aunque estuvieron afectados por un inusual número de festivos en mayo.
En cualquier caso, por el momento, se mantienen las dudas sobre si el debilitamiento de la economía europea en el primer trimestre de 2018 fue puntual o no. Igualmente, los valores del sector de la energía se vieron presionados por la caída del crudo, ante la posibilidad de que la OPEP comience a suavizar en junio los recortes de producción implementados, con el fin de contrarrestar una posible escasez de oferta por una menor producción de Venezuela e Irán.
Por el contrario, Wall Street consiguió cerrar al alza, aunque tras pasar gran parte de la jornada en negativo. El catalizador de las subidas fue la publicación de las actas de la última reunión del Comité de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed, de las que se desprende que los miembros del comité no se sienten en absoluto presionados por el reciente repunte de la inflación, es más, todavía no tienen la certeza de que dicho repunte sea sostenible, y algunos consideran que sería positivo que la inflación se situara por encima del 2% durante algún tiempo.
Además, y al contrario que en Europa, los índices PMI publicados mejoraron respecto al mes anterior y superaron las previsiones del consenso de analistas, con lo que parece que la economía estadounidense sigue creciendo con dinamismo. Por tanto, ayer en EE.UU. las noticias macroeconómicas resultaron bastante positivas, con un crecimiento sólido y sin presiones inflacionistas que puedan desencadenar una aceleración del proceso de subidas de tipos por parte de la Fed, lo que fue recibido con subidas en la renta variable y en la renta fija (con la consiguiente caída de la rentabilidad de los bonos).
En cuanto a resultados, destacar las fuertes subidas de las compañías del sector del consumo Tiffany (NYSE:TIF), Ralph Lauren (NYSE:RL) y Lowe’s (NYSE:LOW), que fueron las que mejor se comportaron del S&P 500 tras publicar resultados trimestrales. Por el contrario, el gigante de la distribución Target (NYSE:TGT) se vio penalizado tras presentar los suyos.
Hoy la agenda macro volverá a ser bastante intensa. Así, en Alemania conoceremos el índice GfK de confianza del consumidor y el PIB del primer trimestre de 2018, en Francia los índices de clima de negocio y en Reino Unido las ventas al por menor. Al otro lado del Atlántico, destaca la publicación de las ventas de viviendas de segunda mano. Además, contaremos con intervenciones públicas de varios miembros de la Fed: Dudley (Nueva York), Bostic (Atlanta) y Harker (Filadelfia).
Por otro lado, las tensiones y desencuentros en política comercial siguen su curso, ahora con una nueva amenaza por parte de la Administración Trump de imponer aranceles de hasta el 25% a la importación de automóviles, lo que sin duda pesará hoy en las cotizaciones de las compañías europeas del sector. En la misma línea, vuelve a aumentar la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte, con unas duras declaraciones y amenazas contra el primero por parte del país asiático que vuelven a poner en duda que se vaya a celebrar la cumbre de junio entre el presidente estadounidense, Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong–Un.
Con esto, y a pesar de la positiva reacción de Wall Street a las actas de la reunión del FOMC a última hora de ayer, esperamos que las bolsas europeas abran planas, ya que creemos que el incremento de las tensiones geopolíticas pesará más sobre el ánimo de los inversores.