En una sesión en la que tanto los mercados de bonos como los de acciones subieron con fuerza, la mayoría de los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron en máximos anuales, con el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq Composite marcando nuevos máximos históricos. Debemos resaltar que, a diferencia de los otros dos índices estadounidenses, que ya habían alcanzado en 2019 varios máximos históricos, el Dow Jones no lo hacía desde el 3 de octubre del año pasado, habiéndose quedado algo más rezagado que el resto al estar integrado por muchos valores de corte industrial, los cuales se han visto más penalizados por el conflicto comercial entre EE.UU. y China.
Pero lo más llamativo de la sesión de ayer volvió a ser el hecho de que tanto los bonos como las acciones volvieron a subir al unísono, con las rentabilidades de los primeros, especialmente en Europa, marcando nuevos mínimos históricos. Es evidente que o bien los inversores en renta fija o bien los de renta variable se están equivocando en su lectura del mercado o, quizás, los dos a la vez. En este sentido, destacar la positiva reacción de los mercados de renta fija europeos a la nominación de Christine Lagarde como futura presidenta del BCE. En este sentido, y sin entrar a valorar su inexperiencia en materia de política monetaria y el elevado componente político de su elección, señalar que entendemos que el rally que experimentaron ayer los bonos fue de “alivio”, al comprobar los inversores que finalmente el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, había sido descartado como futuro líder del BCE. Weidmann ha sido una de las pocas voces críticas con las políticas monetarias acomodaticias nada convencionales que ha venido aplicando la institución con el italiano Draghi a la cabeza. Entendemos que los inversores temían que si finalmente Weidmann era el elegido ya “nada volvería a ser igual”, y el BCE iría, poco a poco, girando hacia políticas más convencionales, dando por finalizada la etapa de “barra libre de liquidez”. Con Lagarde al frente, los inversores, muchos de ellos verdaderos “yonkies de la liquidez”, esperan continuismo, y eso les gusta.
Destacar, igualmente, el mejor comportamiento relativo que ha tenido en los últimos días la deuda soberana periférica en los mercados, algo que ha venido propiciado por el acercamiento entre el Gobierno populista italiano y la Comisión Europea (CE), que ayer mismo evitó pedir formalmente a los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) abrir un procedimiento sancionador a Italia por no rebajar lo suficiente su abultada deuda pública al mostrarse este país dispuesto a revisar a la baja su gasto público en 2019. Así, las rentabilidades del bono 10 años español y del portugués han alcanzado niveles absolutamente impensables hace meses, del 0,22% y del 0,29%, respectivamente, rentabilidades difícilmente justificables si se tienen en cuenta los fundamentos de ambas economías.
Con la mayoría de los bonos soberanos de la zona euro ofreciendo rentabilidades negativas o muy cerca de ellas -el 30 años alemán renta actualmente un 0,21%- no terminamos de ver de qué herramientas adicionales dispone el BCE para impulsar la inflación y el crecimiento económico de la región.
En ese sentido, señalar que ayer la publicación de los índices adelantados de actividad de junio de los sectores de los servicios (PMIs e ISM) volvieron a confirmar que es este sector el que soporta el crecimiento económico tanto en Europa, donde mostró cierta mejoría en relación a mayo, como en EE.UU., donde sigue expandiéndose de forma sólida, y que el “problema” de estas economías y su “talón de Aquiles” sigue siendo la debilidad de su sector manufacturero.
Hoy la sesión en Europa estará muy condicionada por la falta de la referencia de Wall Street, mercado que permanecerá cerrado por la celebración en EE.UU. de la festividad del 4 de Julio, Día de la Independencia. Esperamos, por ello, que la actividad en las principales plazas europeas se modere, como suele ocurrir cuando las bolsas estadounidenses están cerradas. Señalar, además, que la agenda macro es muy liviana, destacando únicamente la publicación en la Zona Euro de las ventas minoristas del mes de mayo.
En principio, esperamos que continúe el buen tono en los mercados de valores europeos cuando abran esta mañana, aunque, como hemos señalado ya, la actividad será reducida. A partir de ahora, y con el conflicto comercial entre EE.UU. y China aparcado por el momento, serán las reuniones que llevarán a cabo en las próximas semanas el Consejo de Gobierno del BCE y el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) y el inicio de la temporada de presentaciones de resultados trimestrales los factores que monopolizarán la atención de los inversores.